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Hoy, una vez más y siguiendo una reciente "tradición", se ha celebrado SAN CANUTO en la Universidad Autónoma de Madrid.
Cuando CÓMODO CENTÓN estudiaba en Madrid, en la Universidad Complutense, allá cuando la democracia era orgánica en España, se solía celebrar la FIESTA DE LAS CARRERAS, consistentes en que los estudiantes corrían delante de unos enormes caballos, sobre los cuales se cuadraban unos "señores grises" con largas y punzantes fustas.
Pero ya se sabe, la TRADICIÓN es CAMBIANTE: de las lupercales hemos pasado a los carnavales. Aún se acuerda Cómodo Centón de aquellos tiempos en que se acostumbraba a perseguir a las mujeres, vara en mano, atizándoles golpes, para que entrasen en la necesidad femenina del concebir. Luego llegó la CRISTIANDAD he impuso aquello de retirar la carne de uno mismo para devenir en la actual tradición de vestirse de lo que "uno no es" para "seguir siendo lo que es".
Ya no importa el "lumpenproletariado", ahora importa "el canuto" que, por cierto, ya lo usaban los de la "generación bit" (para los ilustrados "beat") y también Leary, y luego los de la "contracultura". El CANUTO de entonces era ATEO, ahora ya es un seudo-pensamiento, que recuerda a la "religión", para aquellos que, sencillamente, carecen de pensamiento pero que tienen la idea de que "solo existe el derecho"; ESPARTACO si que tenía un problema.
La cuestión hoy, a pesar, o precisamente por lo dicho, la ha sufrido PACIAECUS el del reparto del pan, que mientras los "ociosos de la Universidad Autónoma" se entregaban a San Canuto ante la indiferencia de la Policía, el agente del orden público le instauraba una MULTA por haber aparcado mal la furgoneta de reparto de pan mientras dejaba el pan en el despacho de pan.
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