jueves, 20 de noviembre de 2014

02059-15.IMPOSIBLES: La Señora de la Limpieza ha fallecido

DOCUMENTO ANTERIOR:   02031 (27.10.2014)

DOCUMENTO POSTERIOR: 02062 (21.11.2014) - 02063 (21.11.2014)

        Manuela ha fallecido; era Manuela la señora de la limpieza, esa mujer que venía a casa una vez a la semana y con la que apenas intercambiábamos palabra alguna. Cobraba diez euros la hora, y por la natividad de Cristo cobraba una extra de cincuenta euros más una botella de vino. Manuela nunca contribuyó a la hacienda, de ahí que todo cuanto cobraba era para su uso, aunque ganando lo que ganaba no estaba Manuela para contribuir al fisco.

       Ha sido la primera intención del Centón contratar a una tal Duquesa de Alba; la mujer preguntó qué eso de los diez euros la hora sería una broma, y que ella por menos de cinco mil euros la hora no se ponía, que su piso de Las Dueñas le acarreaba muchos gastos, y que no estaba el horno para ella aunque sí para los bollos. A la voz, por telefono, le notó El Centón como tener una lengua coloquial, con cierto desgarro y como a trancas, con cierto cinismo y cierta jerga común. No obstante lo anterior, y visto que el populacho la amaba, le pidió El Centón referencias y una fotografía, apareciendo en la historia de vida (para los ilustrados "curriculum vitae") que nunca en su vida había trabajado y que siempre había hecho lo que le había dado la gana, rodeada de criados, allá en la Segunda República, franquista con el dictador general Francisco Franco y, finalmente, demócrata populachera de toda la vida, y en fotografía aparecía la Duquesa con la cara deformada, rasgos grotescos, cierto desaliño, y una vestimenta de peor traza que la de un hortera, ante la cual El Centón desistió de meterla en su casa.

      Más decidida fue La Centona que dijo que ya era hora que la Señora de La Limpieza ganase su sueldo y contribuyese a hacienda, y que en una democracia como la española aquello ya era posible, porque la ley escrita por los diputados del pueblo así lo decía (ver documento 01043 de 04.06.2012 de este índice), de forma que contrató La Centona con una Empresa de Servicios de Limpieza, lo cual resultaba que los diez euros la hora se lo repartían entre la Señora de La Limpieza, La Empresa y El Estado. 

      LLegaron cinco jóvenes atletas a casa, de frac vestidos, con sus paños, cubos, escobas y fregonas (ver documento 00855 de 17.11.2011 de este índice) y distribuyéndose por las estancias dejaron limpias cuantas patenas encontraron.

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