02061-249.ESPAÑA: 06.UPD: Ciudatans

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02248 (11.04.2015)

      Era del todo un imposible.... UPD y CIUTADANS no están hechos para ser "uno", pero si pueden caminar juntos. Les une una apariencia y en cierto sentido una necesidad, pero no una realidad, ya que lo uno tiene en España lo tiene el otro en Cataluña, de forma que una posible "unión" podría acabar con las dos formaciones en la medida que no se entrelazan ni por sus ideas ni por sus derivas.

     Ambos partidos son constitucionalistas, laicistas, socioliberales, responden a un federalismo europeo y se integran en la Alianza de Liberales y Demócratas de Europa. Entre ambos hay un enlace que se situaría en su forma de entender España, como antinacionalismo catalán en Ciutadans y como nacionalismo español en UPD, lo que no quiere decir que ambos conceptos se igualen entre sí. UPD añade, además, un trasversalismo que cubre derecha-centro-izquierda, situándose en un centrismo-radical que se opone al centro-izquierda de Ciudatans.

     Sin embargo, pueden colaborar pero no lo harán. En un sentido estricto Ciudatans necesita más de UPD que éstos necesitan a los catalanes. La inexistencia de UPD en Cataluña significa nada para tal partido, pero la extensión de Ciudatans fuera de Cataluña es un imposible real, cabe aquí recordar la Operación Roca, ahora dedicada a la defensa de la infanta Cristina. Así, la tercera vía entre bipartidismo y populismo de Ciudatans no ha sido suficiente para quebrar las sospechas, evidentes en la España de hoy, de que tras Ciudatans no se esconde una idea nacionalista de Cataluña, aunque reducida a regionalismo. 

     Por otra parte, admitir tal "unión" significaría que UPD se integraría en la misma deriva que PSOE, es decir, UPD, como PSOE, no existiría en Cataluña, y tal relación desintegraría la idea nacional de UPD, asunto éste que repite el PP en Navarra o IU en Cataluña. Dicho de otro, UPD dejaría de ser un partido estrictamente nacional-español-trasversalista, de modo que sufriría de un desplome de sus bases, simpatizantes y votantes al dejar entrever la existencia de un "tumor" dentro de UPD, como sucede en PSOE, IU y PP.

     Con independencia de quién de los dos haya propiciado la ruptura, la separación es buena para ambos, y en esa dual posición pueden, insistimos, colaborar puntualmente y sin problemas.