domingo, 7 de diciembre de 2014

02091-256.ESPAÑA: 02.Felipe VI: 01.El nacimiento de un Jefe de Estado

DOCUMENTO ANTERIOR:  01886 (12.06.2014) -02087 (03.12.2014) - 01895 (19.06.2014)

DOCUMENTO POSTERIOR:  02096 (08.12.2014)

     Dejando de lado la estúpida, por reiterada, dicotomía monarquía-república, si es alto o es bajo o se debió de casar o no casar con una periodista, lo cierto es que en seis meses de reinado FELIPE VI ha mostrado más sentido común que el común de los mortales; no obstante lo anterior quiere Cómodo Centón decir que no le gusta la monarquía pero tampoco le gusta la república, y quiere además significar que en una nación llamada Europa, si algún día se llega a formar, los reyes dejaran de existir por su propio sentido común, ya que Europa tendrá un Presidente de Estado elegido por los europeos...

     Además de una impecable presencia en cuantos actos interviene, para los que está sobradamente instruido, FELIPE VI ha hecho gala de dos momentos precisos en estos seis meses de reinado. Lo primero, y por sí mismo lo más destacable, ha sido el establecer un CÓDIGO ÉTICO de conducta para la Casa Real en relación a los regalos y aquellas prebendas que se reciben, los cuales deberían de incrustarse en la mente de los "comunes" como unas necesidades innecesarias para quienes, como los reyes, tienen de todo y en grandes cantidades. Esos "presentes" deberían de estar, por ley, simplemente prohibidos, y en especial en el mundo de la política, como deberían de estarlo "las comidas de trabajo", pues mientras se come "uno" debe de hablar del vino, de la comida servida o de aquel innegablemente recuerdo que le produjo aquel arroz a la leña que le hiciera Cómodo Centón en la Casa de Aguas. Porque en el fondo de la cuestión si Felipe VI visita al Papa Francisco... ¿qué necesidad hay de cargar con un regalo para el Papa, y recibir un regalo del Papa, cuando de lo que se trata es de una reunión de trabajo para solucionar los problemas del mundo?, otra cuestión es que la infanta Elena, tras visitar Aguas, le lleve a su hermano Felipe un recuerdo del lugar.

      En segundo lugar hay que destacar la "libertad" con la que ha sabido moverse por la Región Española de Cataluña, donde ha dado muestras más que evidentes de una profesionalidad del buen hacer. Conducir un coche en la ciudad de Martorell (Cataluña) teniendo de acompañante a un paranoico mental como ARTURO MÁS EL BERENJENAL es un hecho meritorio y, sobre todo, transcendente, y que el director del Sanatorio Siquiátrico Gloriosa Diada Catalana, cual "perrito lamedor" se ha haya subido al coche, y además sonriendo, y para que pueda contar un día a sus descendientes como se codeaba con lo más granado de la nobleza española, es un logro de natural importante aunque, posiblemente, políticamente inútil considerando el contenido del "pensamiento catalán" (ver documento 01200 de 25.10.2012 de este índice). No debemos. sin embargo, extraer del encuentro de Felipe VI con El Berenjenal falsas expectativas, ya que las serpientes suelen ser bífidas, como es el caso de Arturo Más, y ser capaces de hablar mal de España con una lengua mientras se sumen sonrientes al coche de esa lengua. 

       Y aunque no es mérito de Felipe VI, si que tenemos que mencionar que la actividad del actual Jefe de Estado se sustenta en la segunda gran renuncia de JUAN CARLOS I EL GRANDE, quién si en 1978 supo renunciar a todos sus poderes dictatoriales conforme la Constitución de 1978, ha sabido ahora renunciar a toda su actividad pública, dedicándose al retiro del jubilado.

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