02101-175.MUNDO: 06.El cambio climatico: 01.El futuro es el Sol: La Tierra se debe al Sol

DOCUMENTO ANTERIOR: 02092 (07.12.2014)

DOCUMENTO POSTERIOR:
02107 (17.12.2014)
02106 (16.12.2014)
02192 (25.02.2015)
02588 (15.11.2015 - 07.Cambio Climático)

      El Hombre ha nacido para mirarse el ombligo, de tal modo que sí el Mundo es bueno para el Hombre y, a su vez, es malo para Ébola, el Mundo es bueno. Dice Cómodo Centón que la percepción es muy simple... la TIERRA es buena si alimenta al Hombre y mata al Ébola.  Pero lo dicho resulta insuficiente, dice Cómodo Centón, ya que la Tierra es buena sí me alimenta a mí, y es mala sí alimenta al Ébola. 

      El HOMBRE ha pasado de ser de un mono en un planeta a ser el mono del planeta; la cuestión se ha de centrar en esta frase de Cómodo Centón sí queremos entender, razonablemente, la cuestión del planeta. De momento ha pasado el Hombre de morirse entre los veinte y treinta años a morirse entre los ochenta y los noventa años; he aquí el PRIMER PROBLEMA. Si antes el Hombre se comía una naranja en veinte-treinta años de existencia, precisa de cuatro naranjas para existir ochenta-noventa años. Si tal evidencia la multiplicamos por la progresión de hombres existentes antes y ahora, resulta que no hay naranjas suficientes en la Tierra para mantener vivos a tantos hombres; he aquí el SEGUNDO PROBLEMA. Sí en un árbol hay una sola naranja, y es vista por varios hombres, se come la naranja el  Hombre más fuerte; he aquí el TERCER PROBLEMA. Pero sí en el árbol hay dos naranjas y no se ve otro árbol de naranjas más acá del horizonte, el Hombre más fuerte se come una naranja y se guarda la otra naranja; he aquí el CUARTO PROBLEMA. 

      Más, cuando hablamos del Hombre no se refiere Cómodo Centón "al hombre", sino que hace referencia a "los hombres". Sí en una JAULA introducimos a un hombre y a un león, el león acorrala al hombre y se lo come, pero si introducimos a un hombre y a un pollo, el pollo es acorralado y comido por el hombre. Los HOMBRES son lo que son según sea "lo otro", de modo que no es admisible que un león se coma a un hombre pero se admite que un hombre se coma un pollo; he aquí el QUINTO PROBLEMA.

      Sin embargo, el PROBLEMA ES OTRO... es el sol. 

      La TIERRA es la consecuencia del "problema es otro", es una irreal-realidad que enlaza lo posible con lo imposible. Así, si la Tierra genera como posible al Hombre, deviene en lo imposible de la permanencia de la Tierra, pero tal idea no se reduce al Hombre, ya que sí la Tierra diese prioridad al Ébola, por el mismo argumento sería un imposible la permanencia de la Tierra. Lo que es así ya que de igual modo que el Hombre se come a la Tierra, se come a la Tierra el Ébola; pudiera parecer que siendo comprensible lo primero, el Hombre se come a la Tierra, resultase incomprensible que el Ébola se comiese a la Tierra, lo que no es cierto ya que una vez el Ébola se comiese al Hombre precisaría del león o del pollo para seguir comiendo "tierra", de modo que sí el Hombre tiene como destino comerse a la Tierra, el mismo destino tiene el Ébola. De modo que pareciera que el futuro de la Tierra fuese bien el Hombre, bien el Ébola, lo que es inexacto por ser mera vanidad y soberbia tanto en el Hombre como en el Ébola, pues antes, en el preciso último instante, de ser comida la Tierra, el Hombre o el Ébola serían comidos por la propia Tierra. Y es así porque la Tierra ni se debe al Hombre ni se debe al Ébola; la Tierra se debe al Sol. 

      Pero, y a su vez, se debe a sí misma. La Tierra es un cuerpo extenso, finito en cuanto a su extensión y finito en cuanto a su engorde, de modo que ni extiende más allá de lo ocupa ni se engrandece más allá de gordura; he aquí el SEXTO PROBLEMA. Dice Cómodo Centón que tenemos que apreciar como ni guerras, ni hambre, ni enfermedades han logrado reducir el nivel de crecimiento del Hombre, ni en cuanto a número ni en cuanto a existencia; los hombres son más y durante más tiempo, lo que es una evidencia si hemos comprendido que hemos pasado de una naranja a cuatro naranjas por hombre en un proceso de extensión de la existencia dentro de un cuerpo extenso finito.