martes, 2 de diciembre de 2014

02084-74.ASIA: 02.Japón: 01.Hacía el fín economico

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                                                                   I:

      JAPÓN perdió la guerra en 1945, y en 1947 recibió del General MacArthur la Constitución que había sido escrita por una veintena de militares a sus ordenes. En 2014 la Constitución Japonesa no ha sufrido cambio alguno. Hoy en día es la tercera potencia económica del mundo, con una superficie de 340.000 kilómetros cuadrados, unos 130.000.000 de personas y supera los 5.000.000.000.000 de PIB.

                                                                 -II-

       Su transformación se inicio al amparo de USA, obviando el orgullo guerrero y sumergiéndose en el mundo del trabajo durante las décadas de los años sesenta y setenta del siglo XX. A mediados de los años ochenta del siglo XX entró JAPÓN en La Lista de la Avaricia, dejó de lado el trabajo y penetró en ese lado oscuro que llamamos "especulación".

      La ESPECULACIÓN basó su existencia en un país desarrollado que había amasado una gran fortuna procedente del trabajo y que tenia el privilegio de poseer una alta desregulación financiera, con una baja tasa de interés y plena capacidad para acceder a créditos abundantes y baratos. Se procedió a la compra-venta de activos inmobiliarios y financieros, y se inicio un periodo de extraordinaria y ascendente inflación que no se soportó así misma y devino en una INMENSA BURBUJA que propició la caída de la Bolsa de Comercio y del Sector Inmobiliario, una crisis bancaria, la inexistencia del crédito, y una deflación que aún vive en el país nipón en este presente año de 2014.

      La respuesta del Gobierno Japonés fue el GASTO PÚBLICO en grandes y continuadas inversiones públicas que derivaron en un constante aumento de la DEUDA PÚBLICA (60% en 1990 y 230% en 2013) manteniendo los IMPUESTOS, hasta que en 1997 el IVA pasó del 3% al 5% dentro de una economía que no estaba acostumbrada a semejantes gastos a favor del Estado, de ahí que la economía japonesa se contrajese. La lección de la crisis fue evitar nuevos aumentos de impuestos, y ajustar a la baja el valor de la moneda nipona para permitir las ventas al exterior, lo que tuvo como consecuencia un aumento de la deflación, la caída de la riqueza y una nueva recesión, que podría llevar a unas Elecciones Anticipadas en 2015 como consecuencia del rechazo del Gobierno de Abe, primer ministro japonés, a realizar una nueva subida del IVA que podría repetir una nueva recesión como lo que tuvo lugar en 1997.

                                                                  III: 

      El GOBIERNO DE ABE incide en tres vías de actuación como son el estímulo monetario, el aumento del gasto y las reformas estructurales; es decir tres caminos estrechamente ligados entre sí, de forma que  el sostén de dos de ellos pende del éxito de la tercera vía. El sujeto principal y problema esencial es el mismo de siempre: el dinero.

      Sí una economía no progresa, se ha de estimular, para lo cual hace falta dinero que ha de ser invertido en áreas estructurales mediante un gasto público. El problema deviene a continuación, cuando tal dinero ha de ser devuelto; y solo existe como forma de devolverlo el aumento de los impuestos. 

       Durante los dos últimos años (2013-2014) las subidas impositivas del Gobierno de Abe han servido para cubrir GASTO PUBLICO en defensa y seguridad social, así como para las infraestructuras de los Juegos Olímpicos de 2020, pero, y sobre todo, para cubrir los enormes INTERESES de la Deuda Pública. 

       Lo anterior, y en especial el pago de intereses, han propiciado que las REFORMAS ESTRUCTURALES previstas no se hayan ejecutado y que las mismas queden en el limbo de su ejecución. Y todo lo Anterior a pesar del ESTIMULO MONETARIO efectuado; Japón, al igual de que Usa, ha echado mano de la "fábrica de fabricar dinero" desde hace año y medio (2013-2014). Pero mientras Usa en ocho años ha inyectado el equivalente al 20% de su economía y Europa el 10%, Japón inyectara un 70% del PIB en escasamente tres años (2013-2015)

        La primera consecuencia, sí ya no bastaba con el precio que tenía, ha sido la depreciación del yen en relación al dólar-Usa (23%), lo que lleva a diversas consecuencias..., un aumento del dinero en el mercado que lleva a un aumento de la deflación, un encarecimiento de los productos básicos, agrícolas y ganaderos, y un aumento de las ventas al exterior, propiciando que se amplíe la diferencia entre clase alta y clase media, ya que se han incrementado los ingresos de los primeros y disminuidos los ingresos de los segundos, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo y repunte de la caída de precios.

                                                                  IV:

      Japón es una sociedad envejecida, de ahí que su consumo interno esté en declive y devenga en deflación. La reacción del Gobierno Abe ha consistido en copiar "Marca España" y "Cool Britannia", presentando como "Cool Japón"; se trata de vender fuera de Japón lo que en Japón se vende menos como los  juguetes, los productos de belleza o los cómics..., para hacer de la industria japonesa la caja de ingresos que Japón, por los motivos antes expuestos, necesita. Sin embargo, Japón ya no es lo que fuera. Ahora todo depende de unas próximas elecciones....
Las 'Abenomics' cumplen un año: ¿Han servido para salvar a Japón? Menéame inCompartir1 Más noticias sobre: Japón, Economía Alerta de noticias Enviar a un amigo Imprimir Disminuye el tamaño del texto Aumenta el tamaño del texto 02.11.2013 Efe/A.F.B 0 El plan de reforma económica impulsado por el primer ministro nipón Shinzo Abe cumplió esta semana un año, lapso en el que ha obtenido notables logros pese a que los expertos subrayen importantes desafíos pendientes para alejar a Japón del estancamiento. Las 'Abenomics' cumplen un año: ¿Han servido para salvar a Japón? Fotografía: LUONG THAI LINH Elegido el 26 de septiembre de 2012 presidente del Partido Liberal Demócrata (PLD), entonces en la oposición, Abe comenzó a esbozar un mes después esta estrategia que a las pocas semanas sería bautizada por los medios como "Abenomics". El político conservador se arrancó a defender una mayor coordinación en política monetaria entre el Gobierno y el Banco de Japón (BOJ), órgano que, según él, debía fijar un claro objetivo inflacionario y optar por una flexibilización ilimitada hasta que se alcanzara dicha meta. Aunque algunos críticos señalaron que esto podría comprometer la independencia del banco central marcada por la ley, el tono agresivo de Abe y el hartazgo del país para con la tibieza de los gabinetes del Partido Democrático (PD) bastó para convencer a la mayoría del electorado y de inversores de la Bolsa de Tokio. Para cuando las urnas dieron la victoria al PLD en los últimos días de 2012, el selectivo Nikkei acumulaba ya un incremento cercano al 10 por ciento con respecto a finales de octubre, momento en el que Abe mencionó por primera vez su programa. La subida del parqué tokiota fue entonces prácticamente proporcional a la caída que sufrió el yen con respecto a las divisas de referencia. Con ambas tendencias de la mano, a día de hoy el índice referencial nipón ha acumulado una meteórica subida del 68 por ciento con respecto a hace un año. El yen Por su parte, la divisa nipona está ahora un 30 y un 22 por ciento más barata que el euro y el dólar, respectivamente, algo que favorece enormemente la competitividad de las exportaciones japonesas, que componen el 40 por ciento del PIB nacional. Mientras, la política de compra masiva de bonos que finalmente activó el BOJ en abril de este año a instancia de Abe ha logrado que la inflación se sitúe en terreno positivo tras 15 años de ciclo deflacionario en Japón. Esta subida de precios sin embargo aún responde en gran parte a la fuerte apreciación que han experimentado las importaciones japonesas -especialmente los combustibles fósiles- por la reciente subida del yen, y apenas empieza a transmitirse a los bienes no perecederos. Pero este no es el más complejo de los obstáculos que encara el "Abenomics", programa que consta de tres flechas: flexibilización agresiva, ampliación del gasto público y reformas estructurales. Es precisamente este último pilar el que más dudas despierta entre los analistas, que ven pocos avances en la desregularización de varios sectores ante la parálisis de la clase política. "Una de las razones del estancamiento nipón es la persistencia de una estructura de cárteles, con los costos que eso implica, y que hacen que las industrias japonesas, especialmente en el sector servicios, no sean competitivas", explicó a Efe Kenneth Grossberg, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad tokiota de Waseda. Expertos y organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) consideran también fundamental una mayor flexibilización del mercado laboral y en el ámbito comercial o una mayor incorporación de la mujer al trabajo para que Japón pueda consolidar el crecimiento de su economía. A esto hay que sumar lo que algunos han dado en llamar la "cuarta flecha" del Abenomics, que vendría a ser una estrategia de consolidación fiscal contundente, una opción con la que el Gobierno no acaba de comprometerse plenamente pese que la deuda pública nipona es la mayor del mundo desarrollado. "En la sociedad más avejentada del mundo, los jóvenes japoneses deben asumir una carga cada vez mayor para mantener a sus mayores. Sin embargo, están recibiendo un pedazo cada vez más pequeño del pastel económico, al tiempo que proporcionan una parte cada vez mayor del trabajo productivo", recordó Grossberg. El analista subrayó en este sentido que mejorar el desalentador panorama -empeorado por la pésima calidad y condiciones de las políticas de contratación actuales en Japón- que afronta la juventud nipona debe ser una de las trabas que el Abenomics debe atajar de manera más directa.

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