domingo, 28 de diciembre de 2014

02120-179.MUNDO: 03.El futuro es el Sol: De la guerra a la economía

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      Vivimos en un mundo donde las GUERRAS ya no son lo que fueron, y en ciertas partes del mundo ya ni siquiera son guerras. La inexistencia de las guerras ha traído al mundo una disminución de la violencia, entendiendo por VIOLENCIA el asesinato, la violación, la vulneración, el desprecio..., de manera que ya no se reconstruye lo que un guerra destruye, sino que se construye sobre lo construido mejorando la construcción. Ese sentido de levantar sobre lo levantado hace que el esfuerzo devenga en protección, de forma que se tiende por el Hombre a mantener lo existente, alejándose de cambios que puedan vulnerar la topia formada.

    Esa no evolución o no cambio evidencia el paso de lo masculino a lo femenino, de manera que cuando la evolución se detiene, perece lo masculino y emerge lo femenino, es decir, se suprime la voluntad para imponerse la sumisión. lo que nos lleva a la actual situación del mundo en la tierra.

     Lo primero que tenemos que recoger es que la guerra ha servido para mucho; sin la guerra el Hombre seguiría matando animales a base de palos. Es la necesidad de matar al competidor lo que ha hecho posible el progreso técnico, y son los catastróficos resultados de una guerra lo que ha hecho progresar a la sanidad, lo que no deja de ser cierto que en época de paz progrese la técnica y lo haga también la sanidad, aunque sea por una realidad económica que detenta beneficios. La consecuencia es clara, aumento de humanos y disminución de la Naturaleza, de forma que lo que es bueno para el Hombre es malo para la Tierra.

    Lo que prevalece en ausencia de guerra es la ECONOMÍA, siendo así que la posibilidad, en el siglo XXI, de perecer por un acto de violencia es menor que en los siglos anteriores. Sin embargo, persiste la muerte, solo que en los tiempos actuales "la muerte" es un concepto reducida a "la vida". Ya no se muere por violencia, sino por aburrimiento, dice Cómodo Centón, o dicho de otro modo, la excitación de lo masculino ha sido sustituida por la pasividad de lo femenino. Y en esto reside la persistente deriva de la influencia de la MUJER sobre la vida. Primero desaparecieron los dioses, de seguido desaparecieron los héroes y a continuación los hombres, quedando las mujeres.

    De hecho se suele confundir la inflación de la economía-mujer con la deflación de la paz-gobierno. No es que en el cenit de una voluntad-hombre se inicie la decadencia-mujer, sino que con la llegada de lo femenino venga la ida de lo masculino. Dicho de otro modo, cuando la guerra termina, la paz se impone, de ahí que la muerte por violencia se transforme en muerte por aburrimiento, dando lugar a un problema que se traslada de la guerra a la economía.

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