viernes, 2 de octubre de 2015

02518-34.IMPOSIBLES: La parra del Tío Peluca

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02464 (01.09.2015 - De los dos sexos en Pedocin)

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02534 (14.10.2015 - Fontinalia)


     Hoy hace un día soleado; hoy, o fue ayer, hace muchos años que Nicolás Franco escribió sobre un papel Francisco Franco Jefe del Estado, y el general Franco, de tal modo, era nombrado, democráticamente por su hermano Nicolás, jefe del estado español. ¡Hay hermanos que valen un potosí!

     Cómodo Centón observa la parra que se enreda en la pérgola de su jardín; la planta trepadora lleva allí muchos años, y el cuidado de la misma está a cargo del Tío Peluca, abuelo del Centón, que ya murió, pero que no permite la recogida de la uva sino por sí mismo, que de otro modo, cuenta el cuento, moriría el viduño entero. El Tío Peluca se levanta cada año, en julio, del reposo que es su tumba, hace los injertos y vuelve al hoyo; ya en octubre vuelve de nuevo a respirar, recoge el fruto, lo pisa y añade, antes de fermentar, vino de un año de antiguo al mosto, que por aspersión prueba mientras dice... "bebo vino antiguo y nuevo; me curo de las enfermedades antiguas y nuevas"; luego se muere una vez más. 

    Cuando tienen lugar los renacimientos del Tío Peluca, Cómodo siempre está presente, pues sabe que de no estar, moriría; de ahí la cualidad de eterno que tiene El Centón. Mederi siempre está presente en la libaciones antedichas, es su fiesta, dice ella, como regalo de su padre Asclepio. Ambos se sientan en las frescas butacas habilitadas bajo el armazón de pilares que sustentan la parra, beben vino y comentan el trasiego de los trabajos que realiza el Tío Peluca. 

    El resto del año es distinto; Cómodo toma el sol solo entre los tallos retorcidos, cuando las hojas se han ido....

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