viernes, 8 de enero de 2016

02673-130.ASIA: 18.China: 04.El declive: Otra vez la bolsa

DOCUMENTO ANTERIOR
00112 (29.04.2010 - 01.La Bolsa de Comercio y el Brujo)
00383 (12.12.2010 - 06.La Bolsa de Comercio: Del Ilustrado del Mercado)
00384 (13.12.2010 - 07.La Bolsa de Comercio: Del Mercado)
02454 (26.08.2015 - 17.China 03.El declive: Los Mercados)

DOCUMENTO POSTERIOR
02748 (17.02.2016 - 19.China: Banco Industrial y Comercial de China (ICBC)


    ¿Qué está pasando en China?

   La respuesta es muy simple... está pasando que una DICTADURA FASCISTA-COMUNISTA está jugando a ser capitalista sin dejar de ser la defensora del pueblo proletario. Ya en documentos anteriores hemos explicado como China es un gigante con pies de barro a quién el agua está erosionando, es decir, el comunista-capitalista solo existe en la febril mente de aquel que quiere estar en misa y repicando.

    Dicen que el YUAN sigue fluctuando; ya lo sabíamos...., pero lo hace mediante un control tramposo consistente en una manipulación monetaria que falsea una realidad, que no es otra que China ha tocado techo, esto es, ha alcanzado su nivel de incompetencia. Lo que queda es aceptar que China es un océano de miseria, lo que se evidencia en la negativa del Fondo Monetario Internacional (FMI) a incluir al yuan como una de las variables de los Derechos Especiales de Giro (ver el documento 02439 de 12.08.2015 de este índice)

    Ciertamente no se puede producir eternamente y pretender ser el suministrador universal de mercancías de baja calidad y bajo precio al tiempo que ser receptor infinito de liquidez. El problema de China es que ha acumulado por acumular en cantidades ingentes, y que tal proceso de acumulación de falsa riqueza ha alcanzado su nivel de incompetencia ante la realidad de que todo inversor en papelitos de la Bolsa de Comercio quiere recoger beneficios con independencia de la marcha real de la economía. 

    Dicho de otro modo, Cómodo Centón compró un árbol de navidad y, posiblemente, ya no vuelva a comprar otro, ya que, bien cuidado, ese árbol de navidad ha de durarle a Cómodo Centón el resto de su vida. He aquí porque todo despegue económico termina cayendo al suelo. Pretender que Cómodo Centón compre otro árbol de navidad bajando el precio del árbol mediante la devaluación monetaria, es, como poco, una falacia del pensamiento productivo, ya que la devaluación de una moneda, para aumentar las ventas, trae consigo una devaluación de otras monedas, y ese generalizado menos-valor se convierte en una lucha competitiva que deja de tener valor financiero, lo que equivale a la venta de papel y, por lo mismo, a la desinversión.

    Poco a poco la realidad se impone, porque la RIQUEZA, para serlo, precisa de muchas, pero que de muchas, generaciones de trabajadores, y lo que está pretendiendo China es enriquecerse en apenas una sola generación. 

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