martes, 13 de septiembre de 2022

07121-83.LIBROS: 17.Tratado Lógico Filosófico de Wittgenstein: 04.Crítica: Lenguaje y Universo

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07117 (11.09.2022 - 16.Tratado Lógico Filosófico de Wittgenstein
                                  03.Crítica: Invento y Voluntad)

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07125 (17.09.2022 - 18.Tratado Lógico Filosófico de Wittgenstein
                                  05.Crítica: Filosofía y Lógica, Fenómenos)


          Asimismo, nos dice Wittgenstein, que la persona no puede modificar los hechos ni lo que se expresa mediante el lenguaje. Ciertamente, el LENGUAJE nace de la superación del señalar un objeto, dando nombre al objeto, un nombre diferenciado de cualquier otro nombre de cualquier otro objeto, haciendo posible la unicidad de cada objeto por medio del nombre asignado, conformándose, de tal modo, un lenguaje ordinario que muestra límites de expresión y que, por tanto, requiere de un lenguaje especifico que ordene la estructura de toda proposición y defina claramente el asunto a tratar. Al diferenciar entre los dos citados lenguajes, es posible dilucidar que existe uno inferior y otro superior, y entender, de tal modo, la frase de Wittgenstein, que el Tratado solo puede comprenderlo aquel que piense como Wittgenstein, así como que la verdad del pensamiento de Wittgenstein es intocable y definitivo, pero, sobre todo, apreciar el proceso de alcanzado el último escalón se tira la escalera y queda, nos dice Cómodo, uno suspendido en el universo de la verdad. 

          Aprecia Cómodo Centón que el límite del lenguaje es más amplio que el mundo en sí mismo, como si la suma del mundo más el lenguaje conformasen el extenso de un universo infinito que, según Wittgenstein, carece de tiempo. En la evolución de Las Ideas de Cómodo Centón se dice que la persona existe porque piensa, y afirmamos que la Naturaleza, que no sabemos si piensa, existe, de lo que resulta que el “pensar” no es la causa del “existir”, pero damos por cierto que, aunque no pensando la naturaleza, la naturaleza existe. En ese mundo natural parece que todo nace, se desarrolla y muere, lo que es falso, aunque sea una duda que no duda, ya que hay elementos, partículas fundamentales, que parecen, o son, eternos, por el mero hecho de sobrevenir y sobrepasar a la persona. De hecho, antes de la persona parece que la naturaleza ya existía, no conocemos de dónde procede o quién tuvo la idea de la naturaleza, pero es un pensamiento admitido que la naturaleza existe, piense o no piense; otra consideración es un descabello. La idea, la naturaleza existe antes que la persona, define la superioridad de la naturaleza frente a la persona y asiente, más si cabe, la verdad de la misma. Se conjuga la mencionada idea con otra situada más allá de la pervivencia de la persona, de modo que podemos asegurar que la naturaleza seguirá existiendo tras la desaparición de la persona. Es posible, pues, afirmar que la persona se encuentra situada en una “región de la naturaleza” con un principio y con un fin, dentro de una visión natural que excede a la “región”, aparentemente sin principio ni fin donde habita la persona. A ese espacio indefinido le llamamos UNIVERSO en cuanto concepto, mientras que podemos indeterminarlo como extenso, de modo que anteponemos la idea de algo existente más allá de lo finito de la región citada, donde habita la persona, y a la que llamamos Naturaleza.

          Lejos de lo anterior, Wittgenstein establece su límite en el concepto de Mundo, desarrollando su lógica en este pequeño ámbito regional contenido en el Universo. 

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