jueves, 16 de septiembre de 2010

00294-10.EUROPA: dinero y seguridad

Documento Anterior
00271

Documento Posterior
02543 (19.10.2015 - 02.Concepto de suizo: Elecciones 2015)


EUROPA comenzó siendo una cosa relativa al carbón y al acero, y en la actualidad es un conglomerado de NACIONALISMOS, navegando, cada uno por su cuenta, pero todos aferrados a una desnaturalizada idea que solo conduce a la permanencia de los REGIONALISMOS dentro de los Nacionalismos.

El OBJETIVO OCULTO de todo Nacionalismo Europeo, que evita trascender aunque se muestra como evidente, es el DINERO; los países POBRES reciben "ayudas", y los países RICOS reciben "seguridad". Tal intercambio de intenciones y realidades determina la misma división europea y fija la imposibilidad de una NACION llamada EUROPA.

Han pasado SESENTA AÑOS y aquella agitación viva y ardorosa, producida por una moral infectada de un desastre bélico, convertida en una necesidad esencial, ha ido padeciendo de diversos espasmos pero continúa en un curso sin interrupción. Sin embargo momentos subintrantes, sincopales, a veces efímeros, intermitentes, en ocasiones remitentes, sintomáticos, pero nunca, de momento, perniciosos, han hecho posible que sobre un problema sobreviniese otro, que todo se paralizase de pronto, que apenas durase, que acabase y renaciese, que fuesen más o menos críticos, que parcialmente fuesen duros, pero que nunca, de momento, hayan producido la muerte de esa mágnifica idea como es acabar con los creadores de guerras, es decir, con los Nacionalismos.

Han pasado SESENTA AÑOS y en Europa vive el IMPERIO DE LA DESCONFIANZA, donde los "ricos" pagan para que los "pobres" no se muevan de sus casas, y los "pobres" cobran para que los "ricos" no sufran de amenazas. Sólo que el "dinero de los ricos" no llega a los "bolsillos de los pobres", de modo que éstos últimos, antes de vivir de su trabajo y de morir de envidia, se trasladan a las "casas de los ricos", lo que produce malestar a éstos últimos, y terror a todos.

Europa LA ILUSA ha crecido en exceso, muy rápido, demasiado rápido, sucumbiendo a la vergonzosa idea de que la igualdad formal traería consigo la igualdad material; he aquí su error y su castigo. ¿Y ahora qué? dice Cómodo Centón, ¿qué hacemos ahora con los gitanos en Francia?

No hay comentarios:

Publicar un comentario