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El ESPACIO VITAL es, por definición de Cómodo Centón, la necesidad que tiene el Hombre de la Caverna de abandonar la Caverna para posesionarse de la Extensión de la Caverna. Para una primera comprensión haremos uso de René Descartes, quién explicitaba como la Substancia Cuerpo es materia y extensión; añadía al Hombre de la Caverna un Alma como concepto inextenso, de modo que dice Cómodo Centón que es lo inextenso lo que "es" si tiene "espacio vital" para serlo. Ahora bien, el argumento que justifica la extensión del Cuerpo por la necesidad de la Conciencia del Alma resultaría serlo extremadamente avaricioso y soberbio, de ahí que concluya René Descartes que más allá de la Pura Subjetividad de pretender dominar tanto la Caverna como lo que hay fuera de ella, se encuentra la Substancia Infinita como potenciadora de la evidencia del hombre, de modo que la Realidad Efectiva de tomar lo que se extiende más allá de la Caverna es, por definición, Lo Eterno.
Así ha sido a lo largo de la Historia, porque tras el dualismo de las substancias extensas e inextensas se encuentra aquello que "no engaña" al Hombre y que le da la vitalidad para tomar lo que no es suyo, esclavizando y matando. Este proceso de Espacio Vital ya no es posible porque el Espacio Vital ya no hace referencia a un aumento del territorio físico o conflicto externo-interno que conocemos como Guerra. El NUEVO ESPACIO VITAL hace referencia a una ausencia de conflictos internos (interior de la Caverna) con posible intervención en conflictos externos (extensión de la Caverna) y ha evolucionado hacía la contención del "sí mismo". Nos encontramos ante un "espacio vital" limitado por su propia imposibilidad, ya que los nacionales de toda Nación muestran en la EDAD DE LOS GRUPOS ciertas reservas prácticas en cuanto a las consecuencias expansivas del concepto "espacio vital"; esto es, la Guerra en otra Caverna y en otra Extensión de la Caverna.
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