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Dicen las crónicas que hay en ESPAÑA unas 150.000 PERSONAS IRREGULARES que el próximo uno de setiembre verán restringido su derecho a la sanidad. Se argumenta que son "pobres" y se afirma, por lo mismo, como incoherencia suprema, que roza la desfachatez pedir a quién no tiene que aporte. Se añade al argumentario la mentalidad mercantil de la medida, y se lamenta de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional al determinar que la SANIDAD es un derecho de configuración legal, que puede ser limitado pero no anulado en su esencia.
Se unen a los PERIÓDICOS y PARTIDOS DE FALSA MENTALIDAD DE IZQUIERDA, los MÉDICOS que afirman que ellos van a atender a todos, pero que el gasto de tal atención lo pagamos todos menos los inmigrantes. Es CIERTO que es obligación de todo médico atender a todo el mundo, pero TAMBIÉN ES CIERTO que ese gasto lo ha de pagar alguien. Si efectivamente el INMIGRANTE es pobre, PAULINA roza la pobreza, de ahí que Paulina se niegue a pagar el gasto sanitario de los inmigrantes, porque, dice Paulina, que ese más pago a ella la empobrece aún más. Y añade Paulina que ella no se opone a que el BONDADOSO MÉDICO Don CARLOS BARRA GALÁN atienda al inmigrante, pero que lo haga a su costa, tanto en trabajo como en dinero, sin trasladar a Paulina la irracional mentalidad de la bondad y el dispendio. Porque es POPULISTA afirmar que "seguiré atendiendo a toda persona que demande mis servicios por un problema de salud" obviando que el gasto corre a cargo de Paulina, pero no ofreciendo Don Carlos Barra Galán su domicilio particular donde atender medicamente al inmigrante, de modo que el inmigrante pueda dormir en la cama del médico junto a la esposa del médico, ver la televisión del médico en el salón del médico, ducharse en la ducha del médico, comer y beber en la mesa del médico atendido por la esposa del médico...., lo que añade una cuestión que el bondadoso médico ignora de facto: ¿DÓNDE ESTÁ EL LIMITE?
Pero aún se ignora por parte del BONDADOSO MÉDICO Don CARLOS BARRA GALÁN la cuestión espacial del inmigrante, porque sí no tiene papeles... ¿cómo es que está en España?, ¿lo dejo pasar por la puerta, sin más, el funcionario de la aduana?, y sí no pasó por la puerta... ¿entró por la ventana?, y si entró por la ventana, no cabe duda que cometió delito, y si así fue... ¿cómo es que anda suelto por las tierras de España exigiendo atención sanitaria? CLAMARÁ... el bondadoso médico: ¡fascismo!, se rasgara sus vestiduras ante las anteriores preguntas, pero la casa del médico seguirá siendo del médico y las facturas del inmigrante seguirán siendo de Paulina.
Si las REGIONES ESPAÑOLAS de Canarias, Andalucía, Vascongadas y Asturias quieren PAGAR INMIGRANTES, que lo hagan, que están en su derecho, pero que lo HAGAN A SU CARGO, y que luego no incluyan, siguiendo a Cataluña, ese gasto como un gasto nacional de todos los españoles. Que el BONDADOSO MÉDICO Don CARLOS BARRA GALÁN se desplace, junto con todos los INMIGRANTES, a las citadas regiones españolas, donde podrá ejercer la totalidad de sus creencias humanitarias, y donde podrá morir orgulloso de haber seguido las enseñanzas normativas y universales de cualesquiera religión. Solo que el bondadoso médico CONFUNDE la universalidad del sistema sanitario público español con la inexistencia de tal sistema en el "país de los inmigrantes", y LO CONFUNDE, asimismo, con el carácter de universalidad de pago..., porque al final de TANTA BONDAD se pregunta Paulina... ¿pero ésto, quién lo paga?
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