lunes, 19 de noviembre de 2012

01243-05.EL LAMENTO DEL VENCIDO: 01.Del nacionalismo

DOCUMENTO ANTERIOR:  00039 - 00054 - 00069 - 00142
http://heroedeherpetol.blogspot.com.es/2010/03/1-el-lamento-del-vencido-del-concepto.html

DOCUMENTO POSTERIOR:
05333 (01.09.2019 - Teorema del Acuerdo de Paz/Guerra


    Hay PUEBLOS que, sencillamente, nacen para ser vencidos. La HISTORIA, en su corrupción, denota como la victoria de un "pueblo" se manifiesta por la derrota de otro. Así, el POBLADOR del "pueblo vencido" nace con la equivocación de haber nacido en un "pueblo vencido", de modo que, a "éste", es decir, al "poblador del pueblo vencido" solo le queda el orgullo de ser hijo de un pueblo que luchó para no ser vencido. Éste poblador responde, en todo, al LAMENTO DEL VENCIDO (véase documento 00039 de este índice)

    Hay, sin embargo, un Poblador del "pueblo vencido" que reniega de su nacimiento y emerge como POBLADOR DEL PUEBLO VICTORIOSO, de tal manera que antepone su "vida" a su nacimiento, obviando lo que fue su "padre" para que no lo sea su "hijo".

     Hay, no obstante, PUEBLOS VENCIDOS que logran, al cabo de los siglos, la victoria, pero son los menos. Es más frecuente que la hecatombe del PUEBLO VENCEDOR promocione la victoria del "vencido", y para que esto último se manifieste se hace necesario que la Civilización Vigente muera de sí misma, de sus dolencias conducido, de ahí que guarde el "vencido" la esperanza de la muerte de su enemigo, porque un "pueblo vencido" vive de la muerte de su enemigo.

     La muerte del "vencedor" causa placer al "vencido", que en esa espera de miserias se encuentra el destino. Entonces, todo comienza de nuevo; en la NUEVA CIVILIZACIÓN el "vencido" busca a quién vencer para ser un "pueblo vencedor", de modo que la Historia escriba la palabra "vencedor" en aquel que antes fuera "vencido".  Es lo que tiene el nacionalismo.


                         EL LAMENTO DEL VENCIDO

Esta camisa que es mía,
cuando yo muera será de mi hijo,
más hoy ha venido mi enemigo
y en pago de mi vida mi camisa ha tomado.

Hoy la luce el hijo de mi enemigo, 
y llora mi hijo por no tener la camisa que fue de su padre
y llora mi nieto al ver,
en el pecho del nieto de mi enemigo,
la camisa que fue de su abuelo
y que hoy pasea, orgulloso, el nieto de mi enemigo,
quién guarda celoso
la herencia de su padre y de su abuelo.

Y le dice mi biznieto al biznieto de mi enemigo
que le de la camisa forjada por sus antepasados,
replicándole el otro
que a su familia se debe el esplendor de aquella camisa. 

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