DOCUMENTO ANTERIOR: 01427 - 00016 - 00843 - 00844 - 00845
DOCUMENTO POSTERIOR:
01430 - 01847 - 01984 (25.09.2014)
07494 (01.05.2023 - 402.MUNDO: 05.El cambio climático;
¿quién es el culpable? (resumen)
Los sensores situados en MAUNA LOA, allá en HAWAI, toman muestra del aire que circula por la cima de aquel volcán, el cual se encuentra en medio de la nada en el español océano Pacifico, que tal nombre le puso a la balsa que encontró un español después de cruzar el centro de las Indias Occidentales. El volcán en cuestión es punto de referencia, por su aire limpio, desde hace unos cincuenta años, solo que, y siguiendo la senda del Ártico, el aire sobre el Mauna ya no es tan limpio; está sucio, y esa suciedad recibe el nombre de 400 partes por millón de dióxido de carbono
La verdadera noticia no es que el volcán Mauna Loa tenga el aire sucio en su cumbre, sino que si tal dato empírico es cierto, más cierto es que empiezan a no quedar lugar alguno en el planeta que pueda considerarse limpio. Aquí entraríamos en la cuestión planteada por Cómodo Centón cuándo preguntaba... ¿limpiamos porque está sucio o ensuciamos porque está limpio? (ver documento 00016 de este índice). La consecuencia del aumento de CO2 es un modificación del nivel climático que podría acarrear aumentos de la temperatura y del nivel del mar.
Sin embargo, la NOTICIA OCULTA es otra: el cambio climático es constante, progresivo e indiferente al hombre, dice Cómodo Centón. La NATURALEZA vive porque cambia, y su existencia depende de los cambios que produce, de manera que la "naturaleza" actúa, en exclusiva, para ella e indiferente a las criaturas que la conforman. A la Naturaleza le tiene sin cuidado la existencia del Hombre, dice Cómodo Centón; otra cuestión es que el Hombre, en su soberbia, haya llegado a la estúpida conclusión de que el "planeta Tierra" es su casa, añade Cómodo Centón. La NATURALEZA es hija de sí misma, produce, por ejemplo "hombres", para devorarlos, y de igual modo que devoró, por ejemplo a los dinosaurios, está en pleno proceso de devorar al Hombre; sin embargo, el pensamiento cómodiano, antes descrito, no está al alcance de la mente del Hombre, empeñado en considerar a la Tierra de su propiedad, e incapaz de comprender que la Tierra no necesita, para nada, al Hombre.
Cuando el MONO bajó del árbol, cogió una piedra y se la tiró a "otro mono" que también había bajado del árbol..., costumbre ésta que aún sigue celebrándose actualmente en las ciudades humanas cuando un "mono" baja de su casa y se posesiona de la calle, ...comenzo el cambió climático humano, pues la piedra que la Naturaleza había dejado, vete a saber por qué, en un lugar, vino el mono-hombre a cambiar de lugar, y luego ya se sabe... una piedra encima de otra piedra, ya tenemos casa, luego la calzada, más tarde las aceras, y mientras tanto despachando animales y plantas a otros lugares siendo la senda de cambiar, de sitio, la primera piedra, que, por cierto, aún no sabemos quién la tiró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario