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Mientras GADAFI cría malvas, LIBIA cría a los hijos de la Primavera Árabe, aquella Libia que se levantó contra el Partido Socialista de Gadafi, el mismo que fue recibido por el presidente de Francia o por el presidente de España, el mismo que hablaba, como miembro, entre los compañeros de la Internacional Socialista, si..., ese; el mismo tan odiado cuando FRANCIA decidió que los hidrocarburos eran cosa seria, y que los mismos tenían que ser de "Total", aunque, ya se sabe, lo importante, lo más importante, era la libertad de los libios, solo que los libios no existen porque Libia es una sociedad de tribus y, por lo mismo, conservadora, sobre todo en el desierto libio que nunca acaba y que se encuentra con el desierto malinense que tampoco acaba.
Dicen que las elecciones de julio de 2012 las ganó la moderada Alianza de Fuerzas Nacionales de Mahmud Jibril, antiguo desertor gadafista pero amante de la "saría" (para los ilustrados "sharía"), y menos mal que ganaron los "moderados", porque detrás quedaron los de la "saría" como el islamista Partido de Justicia y Construcción (Hermanos Musulmanes) de Awad El Barasi, y los yihadistas del Partido de la Nación de Abdel Hakim Belhadj. Pero lo más interesante reside en el jeque Sadiq Al Ghariani, que ya era Gran Muftí de Libia con Gadafi, que sigue siéndolo sin Gadafi, y que ahora manda más que nunca contra todo enemigo de la religión.
LIBIA es, tras la Primavera Árabe y la liberación occidental un campo de caos donde los atentados marcan el devenir de la realidad.... terroristas, armas, enfrentamiento entre comunidades, ocupación de edificios públicos, incluso cárceles, escapan al control del gobierno. Algunas de las MILICIAS que se formaron durante la "cruzada de liberación" se han agrupado en el Consejo Superior de Revolucionarios Libios, otros lo han hecho en el Comité Supremo de Seguridad del Ministerio del Interior, mientras que otros siguen campando por sus respetos y dominan amplias zonas territoriales donde imponen su ley. Valga un curioso ejemplo.... ordenó el Gobierno del presidente ZEIDAN a las milicias que abandonaran el control, que desde 2011, tienen de la prisión, a lo que han contestado los milicianos asaltando el Ministerio de Justicia el treinta de marzo de 2013, a la vista de lo cual, y para no ser menos, otros milicianos atacaban de seguido los Ministerios de Interior y de Electricidad. Y si en la capital, Trípoli, las milicias islamistas sigue armadas y en racias, qué no ocurrirá en Bengasí, cuna de las revueltas de febrero de 2011 contra Gadafi. Pero, y no bastando lo anterior, todo el sur o región de FEZZAN se ha compartimentado en zonas de influencias de las diferentes tribus, las cuales ya habían sido encauzadas por Gadafi para tranquilidad de Occidente, lo que permite el transito emigratorio desde Niger y Mali.
LIBIA es, hoy, gracias a la Primera Árabe y a la Intervención Occidental un país sin rumbo, más conservador si cabe, más islamista y latentemente muy inseguro. El MUSULMÁN, ya lo dijimos, está aquí, y lo
está gracias a la inestimable ayuda de franceses, ingleses y norteamericanos,
con la "faldera" ayuda de los españoles, entre otros..., que logrando destruir una tierra que, en comparación con el resto de
África, tenía un elevado nivel social y económico, pero ya se sabe, quién siembra estupidez,
recoge estupidez infinita, dice Cómodo Centón.
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