jueves, 11 de febrero de 2021

06360-61.LIBROS: 04.Veintiuna lecciones para el siglo XXI de Harari

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06356 (10.02.2021 - 03.Veintiuna lecciones 
                                        para el siglo XXI 
                                       de Harari)

DOCUMENTO POSTERIOR
06365 (13.02.2021 - 05.Veintiuna lecciones 
                                        para el siglo XXI 
                                        de Harari)


     La Sociedad del siglo XXI ya no precisa de una guerra exitosa para lograr una conquista, ahora aumentar el poder se logra no entrando en guerra, sino haciendo que “otros” entren en guerra y logrando que tales guerras sean interminables pero controladas. Aquí Harari interpone el recurso de la humildad y de la moral, pero fuera de lo religioso, de modo que el LAICISMO o la visión del mundo que lo es por no ser oposición a “algo”, se presenta como compromiso, compasión, igualdad, libertad, valentía y responsabilidad. Nos dice Harari que la EDUCACIÓN LAICA distingue entre verdad y creencias, comprende a todos los seres humanos, hace de las personas seres libres y responsables, dándose tal sistema educativo en el mundo de la idea liberal, constructor de los Derechos Humanos, los cuales se oponen a los dogmas dañinos ofrecidos por conceptos anti-humanos, pero que están inmersos en partes definidas de determinadas creencias religiosas, las cuales tienen terror a los relatos que expresan, salvo el relato científico, que no teme a las sombras que produce cuando dichas sombras son descubiertas y obviadas, para dar paso a la VERDAD, la cual, en la sociedad del siglo XXI, se ha complicado hasta tales extremos de información que resulta imposible para la persona conocer la verdad de algo o sobre algo. No obstante, destaca Harari al pensamiento liberal como motor de la confianza que la persona adoptó en el campo racional, negando, a su vez, que la persona pueda pensar por sí misma, sino que el verdadero pensamiento es grupal o se ejecuta en un grupo de personas. Ciertamente, todo “pensar” arranca de uno anterior, acumula pensamiento, lo rectifica y lo aclara, dice Cómodo Centón. Tal pensamiento grupal de Harari implica que la verdad solo es posible si es el resultado de una aportación de varias personas, de ahí que el “poder” y los “poderosos” sean incapaces de gobernar en la medida que su gobierno implica soledad.

     La verdad se relaciona con la mentira, y de ambas se obtiene la ignorancia, dificultándose la separación de las dos primeras como resultado de la presencia de la tercera. Así, hay mentiras, recubiertas de verdad, que duran casi siempre, casi eternamente otras; refiere aquí Harari a las creencias, a las ideologías y a las empresas comerciales, así como al dinero y a la ciencia. A su vez, la verdad/mentira implica MORALIDAD, y esta queda sujeta a determinados principios como son la reducción a una trama simple, bien a una historia humana o a una teoría conspiradoras, o a una omnipresencia superior que determina el rumbo a seguir. Todo es una ficción, y el ARTE es un constructor de mitos sobre la MENTE humana, la cual nunca está libre de manipulación, pero existe un elemento de defensa como es la RESILIENCIA; la capacidad humana de adaptación está más que demostrada y sostenida por el éxito y la competitividad, de forma que cambios que han sido, que son y que serán no lograrán que la humanidad abandone la Tierra. La PERSONA es el único “ser” capaz de preguntarse ¿quién soy?, y aunque no sepa contestar a la pregunta, es capaz de adaptarse sin saber quién es. 

     Manifiesta Cómodo Centón (ver documento 05084 de 09.04.2019 de este índice) que la MORAL es un concepto propio de la Idea de la Persona; cuando las Partículas Elementales “piensan” o se reúnen, y forjan la Naturaleza o generan un “pensamiento”, carecen de moral, de modo que no hay en ellas ética alguna que sostenga su “pensar” ni “pensamiento” alguno en el que se evacúe la decisión de su voluntad, lo que es así ya que fijan las Fuerzas Fundamentales que han de guiar la existencia del Universo, en cuyo desarrollo no consta la existencia, al menos conocida por la Idea de la Persona, de la INMORALIDAD. Moral e Inmoralidad son dos partes de un miso concepto; por lo primero el concepto es “propio”, por lo segundo es “impropio”. Pero sí “lo impropio” se presenta como “propio” junto a lo “propio”, la Idea de la Persona se manifiesta como REVOLUCIONARIA ya que muta lo “propio” como “impropio” con el ánimo de transforma al segundo en lo primero, de forma que tal mecanismo de mutación resulta ser una CORRUPCIÓN; así, sí YO soy “lo moral como propio” y tomo lo “impropio como moral”, estoy superando lo propio con lo impropio, convirtiendo lo impropio como nuevo propio, acrecentando lo inmoral como impropio en ÉL. En este proceso YO adquiero carácter de revolucionario, dejando a ÉL el carácter conservador, de modo que YO evoluciono y ÉL involuciona. Pero tal proceso es falso ya que la evolución se aleja del origen, siendo la involución lo que progresa hacia el origen

     Dice Cómodo Centón que lo cierto es que alcanzado el siglo XXI, la relación entre la Tierra y la Persona sigue siendo la misma; mientras la Tierra se alimenta de la persona, la Persona se alimenta de la Tierra. Es una relación que, siendo la misma y no variando, ha sufrido de un proceso evolutivo donde la Tierra ha ido cambiando a fuerza de cambiarla la Persona. Cada acometida de la Persona, tiene por respuesta una resiliencia de la Tierra, pero con una constante muy definida consistente en una réplica física de la Tierra ante toda acción mental de la Persona, es decir, la Idea de la Persona se materializa en instrumentos, los cuales son extraídos de la Tierra contra la Tierra, de modo que responde la Tierra modificando el sistema físico de subsistencia de la Persona. Por el contrario, afirma Hariri que los RELATOS MÍTICOS, de cualquier procedencia y clase, determinan el pasaje de la Persona sobre la Tierra, añadiendo que, si bien tales relatos siguen su curso, han perdido partes importantes de sus contenidos, mientras que otros se han igualado, resultando que en el siglo XXI se hace necesario un relato nuevo.


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