sábado, 13 de febrero de 2021

06365-62.LIBROS: 05.Veintiuna lecciones para el siglo XXI de Harari

DOCUMENTO ANTERIOR
06360 (11.02.2021 - 04.Veintiuna lecciones 
                                       para el siglo XXI 
                                       de Harari)

DOCUMENTO POSTERIOR
06475 (18.05.2021 - 01.Paseos por el pueblo y la mar 
                                      de José Antonio Montero)


     El NUEVO RELATO tiene su origen en una mezcla de desilusión e indignación, pérdida de fe en los viejos relatos; tendrá que contemplar los instrumentos del siglo XXI, como son los propios de la inteligencia artificial, los algoritmos y los datos, acompañados de búsquedas espirituales y por nuevos modelos sociales y políticos, que producirán cambios de autoridad y de toma de decisiones, ya que un sensor biométrico podrá manipular sentimientos y emociones, desestabilizando la relación entre la inteligencia y la conciencia, de forma que la dualidad democracia/votación podría sufrir modificaciones significativas. Pero sobre todo el “nuevo relato” tendrá que ir más allá de la relación Tierra/Persona, aportando el algoritmo al entendimiento sobre qué es la vida; cambiará el sistema de trabajo, el tipo de explotación de una persona sobre otra, y de las máquinas sobre ambas, mostrándose, de tal modo, la irrelevancia de una parte de la humanidad. Las condiciones que tendrá que aportar el relato del siglo XXI serán dos; dar un papel a la Persona y que la narración se extienda más allá de la persona. Sin embargo, no tiene que ser verdadero, basta que satisfaga a la Persona y contenga rituales que permitan a la persona detentar varias identidades.

     Quedará la PERSONA EN SÍ MISMA; acude Harari a Buda. La vida no tiene sentido, ni es necesario darle sentido alguno a la vida, de forma que es mejor no hacer nada, dejar la mente sin trabajo, liberarse del sufrimiento. 

     Recuerda Cómodo Centón a Miguel de Molinos en su "Guía espiritual que desembaraza el alma y la conduce por el interior camino para alcanzar la perfecta contemplación y el rico tesoro de la paz interior", donde se debía de permanecer “quieto”, ejercitarse en la pasividad de la vida espiritual, y abolir la voluntad de la mente. También cabe recordar, en este tema, El Misticismo, El Sufismo, y El Existencialismo entre otros, cada uno con sus fases.

     La solución que nos da Harari ya existe, carece, pues, de novedad, y se ha mostrado como un fracaso histórico, ya que los budistas, como el resto de los CREYENTES, si no logran sus fines por las buenas, lo hacen por las malas (ver documento 06350 de 09.02.2021 de este índice, sobre el monje budista Ashin Wirathu)

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