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Todo empezó en la CÁRCEL DE ZABALLA, situada en la región española llamada PAÍS VASCO. Allí, adeptos al asesinato, decidieron mostrar su cara humana, informando que el ASESINO BOLINAGA estaba camino de la parca. El resto de la TROPA ASESINA entró en huelga, y el ESPAÑOL COBARDE cedió al chantaje.
El español cobarde (para los ilustrados "Ministerio de Interior del Gobierno Cachondo") entregó al asesino Bolinaga las insignias del tercer grado, y sin más inició el Expediente de Libertad Condicional, pues el pobre "asesino Bolinaga" muriéndose estaba. ¡Cuantos llantos, causados por una honda humanidad, recorrieron los pasillos de Instituciones Penitenciarias!
Para el siguiente paso estaba el JUEZ DE VIGILANCIA CENTRAL PENITENCIARIA que, imbuido de un ardor de misericordia cristiana, visitó al enfermo en su triste morada carcelaria. "Cumpla con sus leyes" le dijo el asesino Bolinaga, y el Juez de Vigilancia salió llorando de ver a un asesino camino de la parca.
Qué triste ver al asesino Bolinaga, de cáncer lleno, en el HOSPITAL DONOSTIA de SAN SEBASTIAN LA PUTA; menos mal que allí una docta COMISIÓN MÉDICA del GOBIERNO VASCO certificó que al Bolinaga solo nueve meses de vida le quedaban. ¡Cuánto llanto derramó el Gobierno Vasco!, ¡cuánta humanidad en un solo momento!, "que a la calle, a morir, se valla", ¡cuánta humanidad en tierra de asesinos se alegraba!
La FORENSE y el FISCAL quieren cortar el paso a tanta desgracia devenida, que ver al asesino Bolinaga tocándose la barriga en su casa, no les hace gracia. Afirman que el empeoramiento es momentáneo, que la huelga de hambre y el tratamiento médico iniciado se han aliado para truncar vida tan miserable como es la del asesino Bolinaga, "que no es posible establecer, salvo interpretación tendenciosa e interesada de lo transcrito, que ha existido empeoramiento del paciente que nos sitúe en inminente riesgo de muerte".
El español cobarde (para los ilustrados "Ministerio de Interior del Gobierno Cachondo") entregó al asesino Bolinaga las insignias del tercer grado, y sin más inició el Expediente de Libertad Condicional, pues el pobre "asesino Bolinaga" muriéndose estaba. ¡Cuantos llantos, causados por una honda humanidad, recorrieron los pasillos de Instituciones Penitenciarias!
Para el siguiente paso estaba el JUEZ DE VIGILANCIA CENTRAL PENITENCIARIA que, imbuido de un ardor de misericordia cristiana, visitó al enfermo en su triste morada carcelaria. "Cumpla con sus leyes" le dijo el asesino Bolinaga, y el Juez de Vigilancia salió llorando de ver a un asesino camino de la parca.
Qué triste ver al asesino Bolinaga, de cáncer lleno, en el HOSPITAL DONOSTIA de SAN SEBASTIAN LA PUTA; menos mal que allí una docta COMISIÓN MÉDICA del GOBIERNO VASCO certificó que al Bolinaga solo nueve meses de vida le quedaban. ¡Cuánto llanto derramó el Gobierno Vasco!, ¡cuánta humanidad en un solo momento!, "que a la calle, a morir, se valla", ¡cuánta humanidad en tierra de asesinos se alegraba!
La FORENSE y el FISCAL quieren cortar el paso a tanta desgracia devenida, que ver al asesino Bolinaga tocándose la barriga en su casa, no les hace gracia. Afirman que el empeoramiento es momentáneo, que la huelga de hambre y el tratamiento médico iniciado se han aliado para truncar vida tan miserable como es la del asesino Bolinaga, "que no es posible establecer, salvo interpretación tendenciosa e interesada de lo transcrito, que ha existido empeoramiento del paciente que nos sitúe en inminente riesgo de muerte".
Hoy es un día triste. Los JUSTOS
JUECES de la AUDIENCIA NACIONAL envían al asesino Bolinaga a reírse a su casa.
A LOS DEMÁS solo nos queda esperar que la MUERTE venga pronto y sea lenta
en extraer el aliento al ASESINO BOLINAGA.
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