viernes, 5 de octubre de 2012

01172-63.GENERALIDADES: 01.Comer y desnudo en la calle

Documento anterior    01169 - 00016
Documento posterior    01173

                                              I: PREÁMBULO

     Hay una película, tal vez "el discreto encanto de la burguesía", donde se orina en el salón y se come en el urinario. Hay un texto, tal vez de Leonardo da Vinci, donde se enseña a la nobleza de la época a comer con cuchillo y tenedor, manifestándose que lo de comer con las manos es, simplemente, una "guarrada".

     Nos muestra lo anterior que en el planeta Tierra todo es posible siempre que sea posible, dice Cómodo Centón, y se pregunta, expresándolo de otra manera, sí limpiamos porque está sucio o ensuciamos porque está limpio (véase documento 00016 de este índice)

                                           II: COMER EN LA CALLE

     Comer en la calle es una "guarrada", caminar por la calle "engullendo" comida es un acto expresamente animal, y más de lo mismo es beber, como lo es mear en la calle o, simplemente, cagar en la calle. En la calle cagan y mean los animales, así, los perros, que, por cierto, también es una guarrada, como es una guarrada ver al "hombre", de su plástico armado, recoger la caca del perro, pero... nunca recoger el meado del perro. ¿Por qué los dueños de los perros nunca recogen los meados que sus perros depositan en la calle?. Es una guarrada, de igual modo, dar de comer a las palomas, y a los pajaritos... también es una guarrada, o dar a los gatos callejeros, de igual modo que es una guarrada dar de comer a las cucarachas. Al fin y al cabo... perros, gatos, palomas, pajaritos y cucarachas no dejan de ser "hijos de dios". Pudiera parecer, lo dicho hasta aquí, un exceso, más no por ello deja de ser una guarrada. Aunque, es cierto, pudiera pensarse que para el "hombre guarro" comer en la calle sea un acto de libertad constitucional..., que respetamos, pero que no deja de ser una guarrada.

    Que se puede comer en el urinario..., ¡faltaría más!, se puede, lo que no evita que sea una guarrada, y hacer otro tanto, esto es, cagar en el salón comedor..., ¡faltaría más!, se puede, como se puede comer, beber, mear, cagar y copular en el lecho conyugal, o en cualquier otro lecho. Que con ésto damos placer a la totalidad de la humanidad, ¡sin duda!, más... no deja de ser una guarrada. Pero... ¿qué daño le hace a usted que yo coma en la calle?, ¡no lo dude!..., ninguno; es, tan solo, una guarrada.

                                          III: DESNUDO EN LA CALLE

    Cuando el "mono" bajo del árbol, decimos, lo hizo desnudo, y daremos por cierto que cuando subió lo hizo desnudo, de modo, pues, que el "hombre" que devino del "mono" tuviese en su natural el ir desnudo. Y además de ir desnudo, dormía el "hombre" en el suelo, ´bajo las estrellas, de ahí que parezca natural decir que lo natural del hombre es dormir en el suelo, bajo las estrellas. Sin embargo, llegó la caverna, la casita en el campo, la aldea y... los burgos. Y con ellos la pluma en la cabeza que distinguía al jefe, los abalorios que embellecían a las mujeres, y las pieles de los animales cazados, muertos y comidos, de modo que lo natural, que era ir desnudo, era ahora lo artificial que muestra el ir vestido. Dicho de otro modo..., de la antigua moda de ir desnudo a la moderna moda de ir vestido.

   Ir de desnudo tiene sus ventajas; no hay gasto en ropa. Pero ir desnudo tiene sus desventaja; los horteras de las tiendas de paños irían desnudos, eso sí, al paro. Los cirujanos operarían sin guantes. El cocinero, tras rascarse el culo, pelaría las patatas. Ir desnudo, no obstante, tiene sus ventajas; la copula    se evitaría el farragoso acto de retirada de la ropa, obsérvese a los animales. No existiría el dinero, pues no existiría la cartera donde llevarlo escondido. Y si no existe el dinero, ¡ya se sabe... todos iguales!. Además..., no existirían policías ni jueces haciendo cumplir las normas del decoro, ni políticos escondiendo sus asuntos, nada de espías y servicios secretos, ni los ladrones podrían robar en la calle, recuérdese que ladrón y víctima, al ir ambos desnudos, nada llevarían de valor encima. No vale la cartera colgada al hombro ni el bolso de señora, ya que cartera y bolso al ser llevada ocultarían una parte del cuerpo y eso... ya no sería ir desnudo por la calle.

    Ir desnudo por la calle nos dejaría sin coches, sin trenes, sin aviones, sin barcos..., sin tanques, porque tales artilugios ocultarían partes del cuerpo, y si el cuerpo queda oculto no se va desnudo. Los entierros..., no podríamos tapar la caja del muerto, pues de hacerlo, estaría el muerto vestido, ni podríamos enterrarlo bajo tierra, ya que al muerto lo vestiríamos con la tierra que echásemos sobre su cuerpo. Eso si, subir y bajar del árbol lo haríamos sin ningún impedimento.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario