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PORTUGAL anuncia en mayo de 2011 el acuerdo sobre su RESCATE por una cantidad de 78.000.000.000 de euros, que no exigirá a cambio grandes sacrificio sociales. La TROICA (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) exigen a cambio, entre otros, la congelación de los salarios de los funcionarios y de las pensiones hasta 2013, un recorte del gasto sanitario superior a 900 millones y una reducción en las prestaciones por desempleo. Los intereses se sitúan en el 6%, por encima de los de Grecia.
Se anuncian los GRANDES SACRIFICIOS SOCIALES que no iban a ser excesivos, tales como un impuesto que grava el 50% de la paga de navidad, la subida del Iva en el Gas natural y en la Luz, subidas de impuestos del 2,5% a las rentas superiores a los 153.300 euros, y la congelación del sueldo de los funcionarios entre 2012 y 2014. Posteriormente se suprimen las dos pagas extras a funcionarios y pensionistas, así como el aumento de la jornada laboral en el ámbito privado. Se produce una bajada de la inversión, menor consumo y una caída de la riqueza del 1,7%, anunciándose más recesión y paro para el AÑO 2012, se suspenden las jubilaciones anticipadas, aumentan las cotizaciones a la Seguridad Social del 11% al 18% para los trabajadores, y reducción de las mismas a las empresas del 23,75 al 18%, sube el impuesto al capital y la tributación sobre sus rendimientos. Se anuncia el despido de 44.000 funcionarios y nuevos recortes. Los INTERESES DE LA DEUDA cuestan más que el sistema de salud o la Educación. En los PRESUPUESTOS 2013 suben los impuestos, bajan las pensiones.
En OCTUBRE 2012 anuncia el Gobierno de Portugal que ya no se pueden realizar más RECORTES, y que se precisa de una REFORMA DEL ESTADO para hacerlo más viable. Queda en el horizonte la posibilidad de pedir un SEGUNDO RESCATE.
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