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02564 (28.10.2015 - 01.Los muertos en su condición: Comer sirve para enfermar)
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02564 (28.10.2015 - 01.Los muertos en su condición: Comer sirve para enfermar)
Murió por la
noche, entregada a sus recuerdos, POR ENTONCES FRISANDO LOS OCHENTA AÑOS.
Matilda, al alba de un día cualquiera fijaba su vista en la pantalla de un
emisor de señales acústicas y visuales por medio de ondas hertzianas.
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La tía Odeón ha muerto.
Decía la voz encubierta. En sus salones se
celebró durante muchos años tientos musicales de batallas y exaltación de Dios.
Cabezón, Cabanilles, Baeza, Ximenez, Soto se encontraban entre algunos de sus
más estimados músicos. Entrevistada por nuestro enviado vamos a recordar la
imagen y la voz de Odeón... LA TÍA ODEÓN Y EL PERIODISTA, DICE EL PERIODISTA: nos
encontramos en casa de la ínclita Odeón, quién fue desde muy joven diputada.
ENTRAN EN LA CASA ,
POR EL PASILLO, PLANO DE ODEÓN, se encuentra enferma por falta de aliento, como
consecuencia de un deterioro de su capacidad para tomar aliento, considerada
esta enfermedad la peste de todos los tiempos. ¿Cómo se encuentra Odeón?. DICE ODEÓN vigía. PLANO DEL CRUCIFIJO QUE PENDE DE LA PARED SOBRE EL LECHO,
de continuo le rezo. DICE EL PERIODISTA ¿cómo le reza?. DICE ODEÓN, de este
modo. Adorote mi Dios en esta cruz crucificado. Ruegote señor mío Jesucristo,
por la lanzada de su santísimo costado, mi buen Jesús de mi alma y de mi vida,
salvador del mundo, no me dejéis morir en pecado. EL PERIODISTA DEL ESTUDIO DE
TELEVISIÓN, DICE: esta era Odeón. Vamos a conectar, seguidamente, con nuestro
enviado en la casa doliente. ¡Corresponsal...! EL PERIODISTA DICE la mujer que
lo fue del Señor de Las Hoyas y elegida en repetidas ocasiones por el pueblo en
nuestra democracia ha entregado su alma a Dios. Nos encontramos en la casa de Odeón,
acompañados del Amante de Odeón, a quien podemos ver muy afectado. EL AMANTE,
DICE: si..., me encuentro muy afectado. Sobre todo por el modo tan horrible en
que ha tenido lugar la muerte de Odeón. Si..., le explico..., Odeón, como es de
dominio público, fue mi amante en los tiernos años de la juventud, yo la
desvirgué para luego perderla y recuperarla en su senectud, durante una fiesta
de boreasmas. Yo, en los dulces tiempos de la juventud, me encaramaba por el
balcón y penetraba en esta su alcoba, donde nos deshacíamos en diversos vicios.
Tal era la pasión que al Cristo colgado de la pared se le levantaba, pero como
estaba clavado de manos y pies no podía ejercitarse de modo alguno. Nosotros,
jóvenes locos, no ayudamos al Cristo en su aflicción, sino que nos carcajeábamos,
y en especial Odeón, quién le enseñaba la total abertura de su coño. ¡Ah, que
tiempos aquellos tan lejanos a la redención! Un día, perdido su escaño, al
traidor de Las Hoyas, al chulo de Ramón y al amparo de mi amor, Odeón entró en
religiosidad, que según me dijo se había enamorado del Cristo y a él elevaba
sus plegarias..., yo, debo confesar, la perdí por segunda vez, ¿qué puedo
decir?. EL PERIODISTA DICE: nos hallamos en la alcoba de la difunta... PLANO
DEL LUGAR, DE LA CAMA ,
DEL ARMARIO.... este es el arma homicida. PLANO DEL CRUCIFIJO, ES DE HIERRO
FORJADO, MUY PESADO, PUNTIAGUDO Y AFILADO EN SU BASE. TOMA DEL JUEZ, DICE:
sabemos que no ha sido un asesinato, que la cesación a humanis ha ocurrido en
una venganza. El Cristo pasó muchos años ante Odeón viéndola cambiarse el
sayo, sin nada poder hacer por bajar de la cruz, y harto de tal quietismo,
fíjese en la sonrisa que esboza....PLANO DEL CRISTO RIÉNDOSE ...se ha
descolgado por la pared clavándose en el cuello de Odeón en la misma yugular,
donde lo encontramos fuertemente clavado, inmóvil y sonriendo.
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Consultados diversos
juristas, cabe considerar como asesinato la acción del Cristo...
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¡Sin duda, sin duda!. Tenemos
una reunión de la ejecutiva esta misma tarde para considerar la posibilidad de
ejercer la acusación particular contra el Cristo, por un delito de asesinato.
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No deja de ser una vana
pretensión. Lo que pretende la oposición es poner en el banquillo de los
acusados a un trozo de hierro forjado con la imagen del Cristo. ¡Seamos serios,
seamos serios!.
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No pretendemos ir más lejos
de lo que la propia orden de Cristo fue con Formoso.
El diácono se postro ante Esteban del
capitán acompañado. La misión, que era grave y delicada, fijaba como objetivo
tomar el cuerpo y trasladarlo al sínodo. Fueron de los soldados seguidos, tras
ellos los obreros, y entraron en la tumba tomando de su descanso a Formoso en
hombros. Conducido que fue el esqueleto desde el habitáculo del muerto a la
sala del sínodo, fue expuesto en una silla de brazos ante los jueces y en
juicio introducido. El defensor, un diácono avanzado en edad y más ido que
cuerdo, trazó las líneas argumentales de su discurso entre silbidos e insultos,
tratando sin convicción de impedir la anatematización de su patrocinado. Cuando
Formoso fue por Esteban preguntado, la calavera no respondió, por lo que
evidenciándose que quién calla otorga, resolvieron los jueces que la culpabilidad
del reo era innegable. Los presentes vociferaban, “habla Formoso” inquirían,
“¡habla, momia!” insistían, “usurpador de la cátedra apostólica”. Y esto estaba
el momento cuando un religioso, de entre los muchos que en el sínodo se
hallaban, hizose con los paramentos del condenado a deshacerse en las aguas,
seccionando del segundo al cuarto dedos, con separación de falanges y metacarpianos,
de la cabeza del tronco y produciéndose en el traslado al río cuantas fracturas
fueron imposibles de evitar por la escuadra de soldados que protegían el
cuerpo.
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No podemos juzgar a un trozo
de hierro forjado
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¿Por qué?. ¿Acaso no adoptan
los hombres, a lo largo de su vida, diversas formas?. ¿Y Dios?.¿Acaso Dios no
es ahora padre, luego hijo y en otro instante un espíritu santo?. ¿Por qué
negarnos a que adopte la forma de un hierro asesino?.
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