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En democracia, todo movimiento social callejero que no deviene en revolución y guerra está destinado al fracaso, dice Cómodo Centón. Ni la Puerta del Sol en Madrid ni la Plaza Tahrir de El Cairo alcanzaron el objetivo final de derribar gobiernos, ni, ahora, la Plaza Taksim de Estambul logrará derribar al gobierno islamista de Erdogan.
La Plaza Taksim y la Avenida de Istiklal son el lugar preciso donde muchos turcos tienen el sustento de sus familias..., hoteles, comercios, bares, tiendas, restaurantes y... turistas, muchos turistas, miles de turistas. La zona es un atractivo para todo extranjero que se precie de haber estado en Estambul, de manera que no pasar por tales calles es como haber estado en Estambul y no haber visitado Santa Sofia. Porque si buscamos algo realmente europeo en Turquía lo encontraremos en este espacio que se asienta en una zona alta y en la parte europea de Turquía.
El MOVIMIENTO SOCIAL DE GEZI beneficia a ese sentido occidental que el Ejército Turco impuso en Turquía, y en especial a las mujeres. No se trata, en sentido estricto, de defender la existencia de unos árboles en un parque, sino de defender una evolución hacia occidente que no progresa dentro de Turquía ni es aceptada dentro de Europa, y esto último es el verdadero gran problema que tiene la Turquía que quiere dejar de ser, definitivamente, no occidental, que Europa no quiere a Turquía salvo por esa parte turca que frena la expansión del viejo concepto otomano adscrito a la saria. Pero lo cierto es que son unos árboles la llave que ha abierto una realidad que, poco a poco, está siendo derrotada. La HISTORIA hay que situarla en 1909 y en el Cuartel de Topcu, construido por Selim III a principios del siglo XIX, cuya guarnición, que se levantó contra Ataturk y en defensa de la saria o ley islámica, fue derrotada y, posteriormente, el cuartel arrasado. Representa Topcu un doble símbolo, para los ISLAMISTAS supone recuperar un espacio, arrebatado en el pasado, como centro cultural para el desarrollo de la idea conservadora de ley islámica, así como la construcción de una mezquita que reforzaría la involución al tiempo que un centro comercial que reforzaría el desarrollo economice de la zona, para los OCCIDENTALES la pérdida del parque supondría un retorno a las viejas posiciones y un deterioro de la forma de vida que la zona ya tiene asumida.
Por otra parte Erdogan y su PARTIDO DE LA JUSTICIA Y EL DESARROLLO (AKP), ganadores de las tres últimas elecciones democráticas, poseen la vitola indiscutible que si son el poder es porque las urnas se lo han dado, de modo que lo viene votando en Turquía es ese moderado concepto de vida musulmana frente a la desafectación en las urnas que sufre esa parte occidental y musulmana que ha tomado Gezi. ERDOGAN ha sido claro, occidente está contra Turquía, los elementos extremistas, las redes sociales están contra Turquía, y son más peligrosos que un coche bomba...
Al Movimiento Social de Gezi para vencer solo le queda la incorporación decidida del EJERCITO TURCO, y en la incorporación de esta incógnita a la formula reside, de nuevo, el futuro de Turquía, solo que en esta ocasión esa incorporación militar se observaría contra el mismo sistema formal que ha creado, es decir, la implantación de progresivas elecciones que, y en este caso, negativamente conducen a Turquía hacía una regresión de su incorporación al "occidente".
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