DOCUMENTO ANTERIOR: 01548
DOCUMENTO POSTERIOR: 01574
-I-
Hay un hombre extendido
sobre el secano mojado
de las tierras de Alicante;
nadie sabe cómo ha sido.
Sobre el cielo blanco
unos pájaros marengos
miran al hombre vencido;
nadie sabe cómo ha sido.
Yo sigo mi eterno camino
a pesar del hombre caído,
de los pájaros marengos;
nadie sabe que yo sigo.
-II-
Todo es bullicio sobre el secano,
se mueven las ramas de los pinos
y las viejas atochas se mecen;
nadie sabe cómo la vida se seca.
Hace un aire medio frío
sobre el secano de Alicante,
ya se fueron las calores;
nadie sabe del hombre caído.
-III-
Viene la mujer desde lejos,
el aroma afrutado del hombre,
buscando, que la dejo sin hijos;
nadie sabe dónde están los niños.
-IV-
Rastrean el lecho del amerador,
entran en las cuevas que alberga,
todo es silencio callado en el secano;
nadie sabe del proceder del grito.
Trementina se desliza por los troncos,
trémolos sonidos repetidos vuelan,
que tremulamente de extienden;
nadie sabe tremolar el hallazgo.
-V-
Abre los ojos el hombre postrado
y muere, tiembla la mujer al verlo,
una tremolina de gentes babean;
nadie sabe la verdad de lo ocurrido.
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