sábado, 26 de octubre de 2013

01634-92.GENERALIDADES: 01.Del acoso al escrache

DOCUMENTO ANTERIOR: 01597

DOCUMENTO POSTERIOR: 01666 - 01755
02846 (07.04.2016 - 04.Del acoso al escrache: 02.Javier Barbero en el juzgado)


                                                                     -I-

     PERSEGUIR es seguir a alguien en todas partes con frecuencia e importunidad, es molestar, conseguir que alguien sufra o padezca procurando hacerle el mayor daño posible, es tratar de conseguir o alcanzar algo.

       ACOSAR es perseguir. 

       El problema es que ACOSAR, en sentido generalista, no es un delito, de manera que para ser un delito "el acoso" ha de ir de acompañado de un "apellido"; así, acoso escolar o acoso sexual. Si yo espero a la puerta de su casa y le sigo, a tres metros de distancia, por la calle, y en ese "seguirle" le sigo a todas y cuantas partes usted va, consigo, como mínimo, que a usted se le revuelvan los nervios. El problema radica, entonces, en que la PERSECUCIÓN no se puede evitar, ya que no existe el delito penal de caminar a tres metros de distancia tras otro.

     Solo existe una forma de evitar al perseguidor..., consiste en unirse al perseguidor en la persecución y unirse a él en su demanda. Así... sí el perseguidor grita tu nombre y te llama ladrón, tú gritas tu nombre y te llamas ladrón, de modo que cuando el perseguidor se de cuenta de lo inútil de su persecución, decaerá en su demanda. Es importante que al proceder a la unión con el perseguidor, "alguien" filme el encuentro y sus consecuencias como consecuencia del encuentro. 

       Ahora bien, nunca un PERSEGUIDOR reconocerá ser un perseguidor, y aún menos reconocerá ser un acosador en el caso que la persecución sea reiteradamente ejecutada. El ACOSADOR dirá que él pasaba por allí, o tal vez que eres tú quién a él persigues, de modo que siempre negará la persecución, el acoso y su demanda, aunque la misma sea evidente en su ejecución. 

       Si "el acoso" se quiere hacer explicitamente, esto es, que sea visto por otros, el ACOSADOR llama al acosar... ESCRACHE, palabra fea donde las haya, donde el escrache es, tan solo, el devenir de una rabia interna y llena de odio de aquel que no consiguiendo su objetivo mediante "el bien", acepta hacerlo mediante "el mal" y argumentandolo. Aquí el ACOSO adquiere un concepto maligno en sí mismo al tiempo que disfrazado de una razón que, aún teniéndola, se diluye en la misma persecución. En esto llegamos al hecho, impuesto por el acosador, que el ESCRACHEADOR es, en la persecución que realiza, la VÍCTIMA, de modo que el ACOSADO es la maldad que se combate y que se quiere erradicar.

     Antes LA BRUJA portaba al maligno, de ahí que fuese escracheada públicamente para conocimiento mundano. HOY el escracheado suele ser un POLÍTICO, unos BANCARIOS (nunca un banquero) porque no han cambiado una ley o bien porque se han quedado con dinero ajeno. Como el ejercicio de la "justicia" no alcanza a instaurar "justicia", acontece que el ESCRACHEADOR se toma la justicia por su mano, señalando al "político" como antes se señalaba a la "bruja", ya que el "escracheador" solo busca imponer su verdad cueste lo que cueste y a pesar de quién cueste, y hacerlo desde el punto de vista de los Derechos Humanos... como no podría ser de otra manera. 

     El "acoso" que realiza un "escracheador" nunca se entiende, por el ACOSADOR, como una actividad molesta, sino como un acto público de justicia, de modo que es una ACCIÓN DIRECTA sobre un objetivo cierto. 


                                                                             -II-

        ¿A quién le gusta ser perseguido, acosado?

        Sin duda alguna a nadie; ni tan siquiera al perseguidor, al acosador.

     CONCEPTO DE ESCRACHE: es una palabra inventada por el acosador para acosar desde la bondad a la maldad. 

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