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Todas las explicaciones sobre el Origen del Algo y de la Cosa son similares, lo cual parece decirnos que esas explicaciones sean la verdad sobre el Origen del Algo y de la Cosa, lo que tiene su fundamento en el hecho de que todas las Civilizaciones hayan confeccionado silimares relatos. En todas se parte de un desconocimiento sobre el origen y se cuenta, a pesar de no conocerlo, el origen que conforma la relación entre materia y forma.
LA EMANACION de Persia determinaba como el Hombre se desprende de sí mismo ofreciéndose como dote de una realidad que emana directamente de lo Eterno. La ENCARNACIÓN de India establece como el Eterno sale de su profundidad, que no sabemos dónde está ni interés que tenemos en saberlo porque no sabemos dónde está la profundidad, y crea el mundo. El BROTAR de China imagina un huevo como origen, sin que sepamos a ciencia cierta que Ser puso ese huevo o si fue el propio huevo quién así mismo se puso, de cuya gestación salió aquel que dió origen a alguien que se extendió sobre la tierra. El NACIONALISMO de Japón nos explica como la separación del Cielo y la Tierra derivó en una isla. La FECUNDACION del Tibet produjo el envio de los germenes del Sol a la Luna, y nació la vida. La SANGRE de Caldeos y Asirios amasó al Hombre. El SUFRIR de Eslavos fue el resultado del sudor del Ser como el penar de los hombres. Y la EVOLUCIÓN de Oceanía propició la luz, el calor, la humedad..., la vida.
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