sábado, 6 de febrero de 2010

00003-01.ALICANTE: 00.El amor en la arena

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LAS PAGINAS DE LA CIUDAD DE ALICANTE están llorando en un TELEDIARIO

EL PERIODISTA dice: un triste suceso ha llenado, al alba, las páginas de la historia de nuestra ciudad, los paños más secos se han inundado, plano de un paño húmedo sobre las páginas de la historia de la ciudad de Alicante, la gente llora en la calle, lloran las calles, y hasta las fuentes de agua lloran, todos lloran, menos la tragedia que ha empañado las páginas de la historia de Alicante, la tragedia no llora.

EL PERIODISTA LLORA resbalan las lágrimas por su cara, caen a la mesa de redacción, ruedan por las patas de la mesa y caen sobre un cable. LLORA EL ESTUDIO DE TELEVISION, lloran los cables, hay un cortocircuito. LA TELEVISION se quema.

EN LA CALLE sigue EL TELEDIARIO, la tragedia no llora, porque el último en enterarse es aquel que sufre la desgracia.

TRUENA EL CIELO

MIRA EL PERIODISTA A LO ALTO, pone mala cara; resignación, hay que trabajar. Esta mañana la Policia Montada de Alicante divisó desde lo alto de sus bestias un bulto transitar, sin rumbo, por la plaza del barranco de Bonivern.

EL GUARDIA dice: ...vimosla, de cueros vestida, yendo por la sílice, y puestas en atenta vigilancia aquí... la entrepierna del compañero y la mía propia, acudimos en ayuda de la bienaventurada. Al llegar al punto donde, sin duda, nos esperaba, la hallamos solitaria, sobre la arena sentada. En la orilla, donde las olas de la mar detienen su marcha, observamos cientos de peces mirando como aquella que encontramos se entretenía dibujando una cara en la arena; notamos el agua de la mar fresca, la mañana clara, y la cara delineada junto al postigo de los muros era el rostro aquel que de la sílice se asomaba. Pusimos todos nuestros sentidos en centinela y al retirar todos los granos de piedra nos saludo un hombre occiso.

EL PERIODISTA dice: nos hallamos en la alcoba de la matadora, nos ha permitido su familia que entremos en su alma, que indaguemos las últimas razones de su acto de amor... la muchacha no puede hablar y solloza..., le dijo a su amor que lo amaba pero que cuando miraba sus ojos lo odiaba, por esto dibujaba su rostro en la orilla, pues sabía que al trazarlo el mismo viento la desvanecería o el agua fresca lo haría o aquella noche tan clara, y en caso que ni el viento ni la fresca agua ni la aurora clara la borraran, ella misma lo haría en la hora sexta de aquel día.

AMOR LOCO, YO POR TI Y TÚ POR OTRO

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