viernes, 26 de febrero de 2010

00029-01.PRINCIPIO DE LA HISTORIA: 00.Milagros

Sin documento anterior
Ver documento posterior 00030
MILAGROS hizo una seña a su madre, la que acudió y oyó, a su hija, decirle en un aparte..., "madre, si es más, ganará más, luego deberíamos cobrarle más". "Cierto, tienes, hija, razón, pero como le digo yo a Doña Regina que en menos de un minuto ha subido el precio del roto como consecuencia de haber subido el teniente a capitán". Milagros era de la idea que aquel que más tenía, más debía de pagar, de modo que el precio de la cosa no se hallaba ni en el trabajo, ni en el medio empleado, ni en el más valor añadido como renta para producir la cosa, sino en su destinatario. Milagros decía que una sociedad justa determinaría el valor de una cosa, y que fijado dicho valor permanecería inmutable salvo que los medios de producción mejorasen técnicamente y, por lo mismo, disminuyese el tiempo empleado en su fabricación, disminuyendo, de tal manera, el precio de la cosa. Según esto, entendía Milagros que era radicalmente imposible que el precio de una cosa aumentase, salvo que mediase un interés especulativo del precio de la cosa. Por otra parte una sociedad justa establecería unos tramos salariales en relación al precio de la cosa, de tal manera que el precio fijado correspondería al tramo salarial medio, y que en proporciones determinadas aumentaría y disminuiría su valor en función del salario obtenido. Tal pensar lo recibió de un amigo que, según quién fuera el comprador, cobraba más o menos al azumbre, con agua de la Fuente Santa, que vendía. Un día la Guardia de Seguridad lo cogió en uno de esos renuncios, al cobrarle más al Sargento que al Cabo, de modo que fue preso por manipulador de precios. Pero la idea misma quedo en Milagros y, con ella, dicen que murió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario