jueves, 17 de febrero de 2011

00473-17.CINE: 01.Habitación en Roma

Documento anterior 00451
Documento posterior

Es una película del año 2010, española, dirigida por Julio Medem, de una duración de 1,50 horas, genero entre dramático y sexual, siendo sus actores Elena Anaya y Natasha Yarovenko. Cuenta la relación de una noche entre dos mujeres que se conocen en un bar, se cuentan historias sobre sus vidas que empiezan siendo mentiras y acaban queriendo ser verdades, mientras pasean sus cuerpos desnudos por la habitación de un hotel.

Si algo cabe destacar, e insistimos, por querer destacar algo, es la CAPTACIÓN FILMICA de la cinta. La película se inicia con un plano general fijo de una calle en la noche romana, mientras progresivamente, y desde la oscuridad del fondo, aparecen las dos protagonistas, momento que la cámara vira hacía un plano picado que recoge los rostros y pechos de las dos mujeres, y mientras éstas toman el camino de subida a la habitación, la cámara retrocede mientras sube y amplia el campo visual, hasta entrar en la alcoba por la terraza de la misma. Esta secuencia está apoyada por un fundido a negro que facilita la derrota de la cámara. De forma inversa se repite la secuencia al final de la película. Dentro de la habitación predominan los planos de detalle, donde el valor significativo de labios, pechos, muslos, manos sobre el sexo y nalgas, entre otros, hacen un exhaustivo recorrido de los cuerpos de las dos mujeres, sin que el cuerpo de Natasha Yarovenko sea espectacular y apreciándose indicios de anorexia en el cuerpo de Elena Anaya. Se completa con recorridos corporales, primero planos de gozo sexual, así como grandes primeros planos que no logran mostrar la vida interior de los personajes. El RITMO es lento, pausado aveces, sin que logre mostrar verdaderos sentimientos, siendo el sujeto activo el paso del tiempo dentro de la sucesión de escenas. El COLOR se sustenta en un claroscuro, predomina el ocre, en motivos que pretenden hacer referencias renacentistas, durante la noche, para variar al blanco con la llegada del nuevo día, pasando del eje que es la cama al cuarto de baño y, en especial a la secuencia de la bañera.

La INTERPRETACIÓN es floja, la DIRECCIÓN, el GUIÓN y los DIÁLOGOS insustanciales, la MÚSICA repetitiva, el VESTUARIO, el MAQUILLAJE y la PELUQUERÍA reflejan simplemente el cero absoluto. La NARRATIVA pesada, aburrida, casi insoportable.

La película es, pues, un coñazo, y lo es el sentido más literal de unos coños que nunca aparecen, pero que el espectador sabe que están ahí, como reyes de una trama que colma su espiritualidad sobre la sabana blanca inserta en un mástil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario