miércoles, 8 de febrero de 2017

03417-241.MUNDO: 06.Acuerdo para el reparto de influencias: Trump llama a Rajoy

DOCUMENTO ANTERIOR
03397 (01.02.2017 - Hacia la Conferencia de Malta: 
                                  La manipulación de Donald Tusk)
03404 (03.02.2017 -340.EUROPA: Cumbre de Malta: 
                                        Logica bajada de pantalones y el Muro Libio)
03393 (30.01.2017 - 05.Acuerdo para el reparto de influencias: De los perdedores)                

DOCUMENTO POSTERIOR
03484 (17.03.2017 - 07.Acuerdo para el reparto de influencias: Trump y Merkel)


     Sí ESPAÑA permanece callada, sigue los dictados de otros, más si habla, nada pinta. Entre estás dos variables se sitúa la CONVERSACIÓN RAJOY-TRUMP

    Trump llamó a Rajoy cuando le apareció España en el listado y lo considero oportuno. Rajoy contestó educadamente, y evito entrar en polémicas inútiles que solo conducen a la desesperación. ¿Qué parte de la conversación no se entiende?

    Extraer, de una primera conversación telefónica de quince minutos, sesudas conclusiones es una manifestación inútil de inventos mentales, máxime si entre los interlocutores median traductores que podrán traducir pero que no pueden expresar emociones personales ni giros lingüísticos. Pretender, en una conversación de las características citadas, ilustrar al interlocutor con recuerdos pasados, y acuerdos hablados, advertencias y dar lecciones moral y ética, solo da como resultado la inquina para el futuro.

    El primer ministro australiano se equivocó cuando le recordó a Trump las obligaciones de Usa, y se ha equivocado el presidente del parlamento inglés cuando a Trump le ha negado la entrada a los comunes. Tarde o temprano Trump saldrá de Usa y recorrerá el mundo, y entonces vendrán los arrepentimientos de lo que se dijo en aquella conversación telefónica, que solo era una llamada de cortesía que dejaba "los asuntos" para más adelante, o en aquella innecesaria declaración pública de "saca pecho". Dicho de otro modo... un albañil puede cagarse en Trump mientras habla con un electricista, y no pasa nada porque Trump no pasará por la obra, pero "advertir" a Trump en una conversación telefónica de quince minutos es otra cuestión que puede no ser olvidada.

    Lo anterior es lo que le ha pasado a DONALD TUSK, Presidente del Consejo de Europa, cuando, envalentonado por el cargo, se despacho con toda suerte de improperios hacia Trump (ver documento 03397 de 01.02.2017 de este índice, sobre La manipulación de Donald Tusk). Luego llegó la CUMBRE DE MALTA (ver documento 03404 de 03.02.2017 de este índice, sobre Logica bajada de pantalones y el Muro Libio) cuyo resultado más evidente fue que a TUSK se le vio el culo, se quedo solo y se aprobó levantar un muro marítimo frente a las costas de Libia.

    En la conversación citada, Rajoy-Trump, ni hay error ni hay desaire hacia otros países europeos, hay prudencia. El error está en llamar a MERKEL para preguntarle... ¿qué le digo a Trump?, porque luego pasa que llaman a Rajoy el chupa-coño de Merkel, y que Merkel deja a Rajoy con el culo al aire.

   Pero para comprender todo lo anterior es necesario "meterse el odio a Trump" donde a uno le quepa, y mantenerlo en ese lugar de mal perdedor (ver documento 03393 de 30.01.2017 de este índice. sobre Los Perdedores)   

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