martes, 14 de febrero de 2017

03428-03.LA EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS: 03.Primeras Explicaciones

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     A la vista de las dos primeras citadas formas de entendimiento, nos dice Cómodo Centón como el asunto de la Encarnación es otro y se conoce como Poder. Es así como el HOMBRE OCIOSO sufre de la encarnación de Lo Eterno, lo que le confiere una cualidad divina que lo eleva por encima del HOMBRE NO OCIOSO, facilitando, así, el uso del Poder, porque qué es el Poder si no se puede ejercer. La cuestión ya no radica en pretender Poder como “increación”, que es lo propio de la Idea, sino en la aplicación práctica de esa capacidad para “increar” como cualidad del Ocioso y que se vierte sobre el No Ocioso. El PODER es placer, de ahí que Lo Eterno, que evidentemente es un hombre, se manifiesta como una mujer, de forma que el elemento masculino sea el Espíritu Puro mientras que el elemento femenino sea una encarnación pura de Lo Eterno. Y es de la pureza femenina, como esa toma de carne, de donde surge la impureza del Hombre, que ya no es Lo Eterno, en un espacio y sujeto a un tiempo. Conforme a esto, la Evolución de las Ideas marca una CONCEPCIÓN DE LA DESIGUALDAD, ya no es que la igualdad sea imposible entre las personas “entre sí” sino que lo es entre El Hombre y La Mujer. Lo que “emana” y lo que se “encarna” es El Hombre, cierto que lo hace, en carne, sobre la Mujer, de ahí que la Evolución de las Ideas comprende la totalidad de las “ideas” dentro de una parte del CONJUNTO DE HOMBRES que, en ningún caso, contempla la existencia del Conjunto de Hombres-Mujeres o Conjunto de Personas. Y aunque el concepto “neutro” pueda aparecer en alguna “lengua” no significa que se refiera al Conjunto de Personas sino, siempre y sin excepción, al Conjunto de Hombres. Lo que le queda al CONJUNTO DE MUJERES es un plano residual de las aspiraciones del Hombre. 

      La idea de la Encarnación es una variante precisa entre la primigenia toma de carne por parte de Lo Eterno, a un híbrido al que llamamos SEMIDIÓS y que concluye con un hecho excepcional como es que Lo Eterno toma carne humana femenina para redimir al Hombre; ésta idea y sus pensamientos son comunes a todas las explicaciones. La MUJER es un mero recipiente, necesario para que el Hombre se pueda liberar de la agresión de la Naturaleza; solo que en esto yace la propia ruina del Hombre, tal como lo veremos al cabo de este texto. Ciertamente, porque cuando hablamos de Lo Eterno, hombres y mujeres lo tienen por El Hombre, como por tal lo tienen Ociosos y No Ociosos. No basta, sin embargo, admitir una idea espiritual del origen, la idea ha de ser materializada, y en esa relación se establece un enlace que busca el conocimiento, el ver, la verdad. Se trata de una exaltación de Lo Eterno mediante exposición de himnos, conteniendo, así mismo, una última parte dedicada a Lo Anti-Eterno, en base a sacrificios de fuego. De modo que la materialización de lo “espiritual” es una compilación de rituales y sacrificios. Hay que escenificar que lo que pasa en la Tierra es una deriva del Cielo, mediante una liturgia que significa liberar la mente. Tal procedimiento ha sido revelado a los “sabios”, aunque en realidad fueron escritos por “listos” a cambio de dinero para glorificar la soberbia de unos “dictadores” que venimos llamados Ociosos.  

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