05417-70.COMUNIDAD VALENCIANA: 02.Procesión Cívica de la Real Señera: Descripción y Conclusiones

DOCUMENTO ANTERIOR

05415 (09.10.2019 - 01.Procesión Cívica de la Real Señera

                                       Conceptos básicos)

DOCUMENTO POSTERIOR
05888 (01.07.2020 - De la Sublengua Valenciana

                                  Persecución y Muerte del Español
                                  Ley declarada Ilegal)

07764 (09.10.2023 - 05.Nueve de Octubre de Valencia

                                        (resumen)

                                  ¿Alicante y Castellón, ¿cuándo?)

-I-

      Como ya ha sido dicho en el anterior documento, Cómodo Centón ha asistido a la Procesión Cívica de la Real Señera en la ciudad de Valencia.

      Dicha "procesión" la inventó Pedro IV de Aragón allá por el siglo XII para glorificar a Jaime I de Aragón. El acto, en origen, se iniciaba con la bajada de la "falsa señera" desde una de las ventanas del ayuntamiento, y se inciaba en las Torres de Serrano, Plaza de la Virgen, catedral con te deum, para pasar por el Centenar de la Pluma, y terminar en el templo de San Agustín.

     Con el paso del tiempo, y aprovechando que la "historia" existe para "violarla", se pensó que lo del te deum era un "coñazo", y que respetar a Jaime I, que fue a rezar en la catedral con su bandera amarilla con dos franjas rojas, era una estupidez de marca mayor, y que los ballesteros de la pluma era folclore rancio.

      No bastando con lo anterior, se pensó por "los ignorantes" que eso de bajar a la "falsa señera" por el balcón del ayuntamiento al ritmo melódico del "himno español" era como "facha", de ahí que la nueva música fue, y es, la "marcha de la ciudad de Valencia". Pero lo que han logrado "los ignorantes valencianos", sin saberlo en su ignorancia, es rebajar el honor de Jefe de Estado de la Señera con el himno español a una "banderita local" con la marcha valenciana. De lo que se deduce que cuándo uno nace tonto, tonto muere y lleno de odio.

    El actual recorrido se inicia en el ayuntamiento y sigue por las calles de San Vicente, La Reina, La Paz, y Alfonso El Mágnanimo donde está Jaime I, más solo que la "una" durante todo el año, con sus falsas atribuciones reales y anti/democráticas, y donde las autoridades democráticas se postran y rinden pleitesía al rey absoluto medieval, para después abandonar a la "falsa señera", paño que continua su triste y solo camino por Pintor Sorolla, Barcas y Ayuntamiento. 

-II-

       El ambiente en la ciudad de Valencia ha sido entre festivo y folclórico; Cómodo se ha ocupado en escuchar en que lengua hablaban, en esta festividad de la señera, los valencianos, y los ha oído hablar en español, salvo a dos pequeños grupos. Considerando que la ciudad de Valencia dispone de unos 800.000 pobladores, que supera el 1.700.000 habitantes con su área metropolitana, y que nos han vendido la idea de que "todos" son valencianos, la realidad es que la lengua valenciana es una imposición política destinada exclusivamente para aprobar oposiciones gubernamentales, evitando que aquel que no sabe valenciano, un extremeño por ejemplo, no pueda hacerle competencia a quién lo conoce, estableciendo de tal modo una evidente desigualdad entre españoles que hablan español, ya que al valenciano no le piden el conocimiento de la lengua extremeña para opositar en Extremadura.

      Que habían unas miles de personas viendo el pasar de la "falsa señera" es cierto, que eran unos cuantos miles de personas es más cierto, y que tal patochada de desfile no interesa a los valencianos es una evidente realidad.

-III-

     Precesiona la caterva política valenciana con los jefes de las turbas como son los partidos políticos, de modo que al paso de éstos se podían oír aplausos y vítores a la par que fueras y abucheos, dependiendo "de", mostrando los bárbaros, que veían  el procesionar, una falta absoluta de respeto por la "falsa señera", considerando que estaban celebrando la fiesta del citado paño que, se entiende, es de todos. Pero ya se sabe que en una Sociedad Primitiva Democrática no pueden evitar los bárbaros el tratar de imponer de sus opiniones, aunque sea democráticamente hablando.

      Tras el paso de la oficialidad, políticos y arribistas, llegaron los GRUPOS DE LA VERDAD; pasaron turbas de derechas y de izquierdas, del País Valenciano y del Reino de Valencia, y anti/catalanes, todos en alegre festividad mientras recibían "aplausos y fueras", y aunque todos parecían seguir en armonía y amor a la "falsa señera", que es de lo que trata la fiesta, se seguían cada cual a sí mismo con el objetivo de aprovechar el acto como publicidad engañosa.

      Acompañaba a todo lo anterior, procesión oficial y procesión de añadidos más mirones, grandes cantidades de Policía Nacional Española cubriendo, a unos y otros procesionantes, de la barbarie interna de sí mismos y de los bárbaros espectadores que, con avidez y sangre en sus ojos, contemplaban el procesionar, sin ton ni son, de los participantes, cada uno a su buen entender, generando, en conjunto, un gasto de las arcas públicas que, a los pobres, les hubiese venido bien en sus bolsillos.

     Lo mejor de todo, dice El Centón, es que no le consta a Cómodo que hubiese lucha callejera alguna entre las partes de bárbaros asentadas en las vías públicas ni entre los participantes, salvo gritos bravucones e insultos, tal vez porque los bárbaros de antes era bárbaros aguerridos con sed de matanza, mientras que los de ahora son bárbaros pusilánimes que salen a guarecerse al primer disparo tras tirar la primera piedra.

     Luego llegó lo mejor de la jornada; una paella en una casa de comidas que los "ilustrados" llaman restaurante o lugar que restaura las barrigas.