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05308 (21.08.2019 - De la muerte de Teofilo)
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Caminaba Cómodo Centón por el profundo filo de un barranco que conducía al odio, que se acrecentaba en Cómodo, en aquella senda, el odio hacia el infinito de los pensamientos; andaba solo, sorteando piedras pulidas y piedras en punta, con un cayado de madera que usaba de tercera pierna, hasta que tras una enorme roca, varada, el Odio le pregunto: "¿dónde vas?"
Cómodo miró a la voz, que carecía de garganta, y sentó junto a ella, apoyando su espalda en la roca varada, y preguntó: "¿tú, quién eres?"
"El odio" respondió; "pues a ti te estaba buscando" replicó Cómodo.
Todo era silencio en aquel lecho; "¿tú tienes sentimientos?
"Si" respondió la Voz; "¿acaso no es el odio un sentimiento?
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