Sin embargo, el esfuerzo estructural por anteponer lo que se dice a cómo se dice aleja a Cómodo de los circuitos naturales del mercachifle. El Héroe de Herpetol escribe "mi cometido fue escribir, el cometido del editor es encontrarme", y añade... "sin embargo, el editor que tiene por profesión editar, no tiene tiempo para encontrarme". Cómodo no pretende ser justo, no comtempla la existencia de la justicia; única y exclusivamente vela por él. El Editor, para serlo, ha de serlo al modo del Escritor, ha de serlo por vocación, ocio, recreo, entretenimiento, como liberación de una profesión. He aquí el por qué no han sido publicados los textos de Cómodo Centón, he aquí, pues, que los manuscritos, si a tales se les puede denominar, ya que son elaborados por el mayor enemigo de Centón, sean los únicos ejemplares de los que disponemos, entendiendo por estos las copias obtenidas del mayor enemigo de Cómodo. De este modo conocemos a Cómodo Centón por las frases que a él atribuimos y difícilmente por la totalidad de sus textos.
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