DOCUMENTO ANTERIOR: 01625
DOCUMENTO POSTERIOR: 01651
Hace un rato, apenas un rato,
que pasaste, sin mirarme,
junto a mi lado. Olías mujer
a confecciones olorosas
que el aire quieto conservaba
mientras yo seguía tus pasos.
Andabas delante mía, andabas
hacía ningún lado, mientras
mirabas en los cristales limpios
de los bajos de los edificios
altos, seguirte como te seguía,
esclavo, hacia ningún lado.
Tu vestido era negro, tus piernas
eran blancas, tu cuello, apenas
escondido tras ese pelo rubio,
repartía por el aire quieto
el sabor dulce de tus licores
en tu cintura apresados.
Yo te pregunté de qué material
era el pomo..., si de vidrio,
de cristal o de porcelana, pues
esa esencia que se ocultaba
en la faltriquera solo en el lugar
mas fino podía esconderse.
Quieres que me levante el vestido,
me preguntaste; quiero ver la bujeta
situada tras tu vestido, te conteste.
Déjame saber, mujer, a qué huele
tu cuerpo, para poder distinguirlo
del frasco fino que llevas dentro.
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