01664-40.CINE: La vida de Adéle

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      La VIDA DE ADÉLE es una película francesa del año 2013, entre romance y drama, y de tres horas de metraje, dirigida por ADDELLATIF KECHICHE, siendo el guión del director y de GHALYA LACROIX sobre una novela de JULIE MAROH, e interpretada por ADÉLE EXARCHOPOULOS y LEA SEYDOUX, que cuenta la historia de una mujer que, entre los 15 y 25 años de edad, se enamora de Enma.

      La MÚSICA es variopinta, en muchas ocasiones pende del lugar físico donde se rueda, resulta persistente, tal vez excesiva, y se reconoce por el propio ambiente que la narración presenta. Sin interés el VESTUARIO, con ausencia de DECORADOS y EFECTOS ESPECIALES, comunes la PELUQUERÍA como lo es también el MAQUILLAJE, y sin especial relevancia la ILUMINACIÓN como la FOTOGRAFIA.

     La HISTORIA es simplona, dos mujeres que se enamoran y que follan; la NARRACIÓN nos descubre que, en realidad, una se enamora y folla, se comporta como una mujer, mientras que la otra folla y se comporta como un hombre. Se establece en la historia varios niveles narrativos divergentes, tales como el instituto, los padres, los amigos de la pintora y el colegio infantil de la protagonista, los cuales sirven para aliviar las tres escenas principales de sexo. Presenta el GUIÓN elementos que mejoran ampliamente a la historia, de manera que los diálogos, con ser ajenos a la narrativa principal, aportan ciertos contenidos que en todo caso resultan lineales ya que no existen opiniones expresamente en contra de la homosexualidad, ni tan siquiera en la escena del patio del instituto ni en la cena con los padres de Adéle, no faltando el folclorismo del desfile del llamado "orgullo gey" (para los ilustrados "gay"). Por otra parte el guión, salvo en la escena de la separación de las dos mujeres, se remite al silencio escénico en la relación entre ambas.

       El METRAJE es excesivo; no hay tema para tan corta historia, pero lo salva el guión y, en cierto sentido, la dirección y, sobre todo, el meritorio MONTAJE, ya que, sin ayuda ni de la historia ni del guión, encadena magistralmente la sucesión de secuencias que cubren los aproximadamente diez años que relata la película; así, el paso del instituto a la convivencia en común de las dos mujeres, el paso de Adéle la alumna a Adéle la maestra, el paso de Enma la estudiante a Enma la pintora, las secuencias que relatan las tres aportaciones masculinas a la vida de Adéle... muestran como, sin mostrarlo, pasa el tiempo desde los 15 años de Adéle hasta los aproximadamente 25 años de Adéle, sin que se advierta error de montaje en la sucesión de secuencias y escenas. El SONIDO es inmejorable ya que junto al especifico de los personajes principales contiene la cinta multitud de sonidos secundarios y RUIDOS.

     La DIRECCIÓN es correcta, pero destaca la ejecutada sobre los actores, y en especial sobre las dos mujeres. LEA SEYDOUX (Enma) es más lineal y permanece un paso por detrás de ADÉLE EXARCHOPOULOS (Adéle), la cual es la esencia misma de la película; la evolución de Adéle, en ese supuesto periodo de diez años de su vida, es magistral, pues resulta del todo convincente en todo los cambios que requiere el proceso desde mujer niña a mujer adulta. Nos encontramos ante una actriz elegante y consistente, y que soporta perfectamente el poder de la cámara. Su rostro habla de manera que actúa sin hacerlo, no muestra ficción y existe como esencia, de forma que la convicción es tal que parece no actuar. Los registros son evidentes pues se adaptan a las escenas de amor, a los momentos trágicos y comprometidos, a los desencantos de la soledad y el olvido, y refinadamente a los instantes de alegría.

     En general asistimos a un RITMO lento con escenas largas, con apenas trayectorias que contienen dos trávelin de retroceso, uno de ellos en el instituto y que contrapone la ausencia espiritual de Adéle entre las llamadas de sus compañeros, algunas panorámicas de acompañamiento y una angulación constantemente horizontal. En esencia la CÁMARA se sustenta en una sucesión infinita de grandes primeros planos del rostro que intenta determinar el contenido interno del personaje, y en menor medida destaca la proliferación de planos de detalle, en especial en las secuencias de sexo, sobre labios, ojos, piernas, rodillas, con primeros planos que contienen los dos cuerpos desnudos de las mujeres. Hay secuencias de grupos de actores, y esto es una constante a lo largo de la película, que la Dirección presenta a dos niveles, uno como principal donde transcurre el hecho principal, y otro, en general siempre desdibujado pero con un sonido nítido, que imprime pequeñas panorámicas descriptivas.

      Podríamos decir que la película se estructura en tres periodos muy definidos, iniciándose con la etapa del INSTITUTO y finalizando con la etapa del COLEGIO, situándose entre ambas la etapa del AMOR, la cual se escenifica en tres grandes secuencias de SEXO; la primera es plenamente declarativa del amor físico entre dos mujeres, donde el intercambio es parejo y el objetivo final es la liberación de la carga sexual, en cuanto a la segunda secuencia se objetiviza la diferenciación de sexos entre el masculino (Enma) y el femenino (Adéle), lo que se ve validado si acudimos a la escena de la fiesta con los amigos de Enma, donde será Adéle quien guise y sirva a los invitados  para terminar fregando los cacharros mientras Enma la espera en la cama, donde se introduce Adéle para acurrucarse entre el brazo y el pecho de Enma. La tercera secuencia nos muestra el fracaso del sexo. Tales escenas de sexo son extremadamente explicitas ya que los labios de las mujeres y sus vulvas se encuentran en contacto físico, y en especial cuando ambas vulvas se besan escenificando una penetración sin pene, donde la vulva de Enma, en altura, golpea la vulva de Adéle mientras el rostro de ésta queda depositado en las sabanas de la cama. El visionado de estas escenas lleva  implícita la idea de PORNOGRAFIA...