jueves, 14 de noviembre de 2013

01662-13.DEPORTE: 01.El deporte y los dictadores

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DOCUMENTO POSTERIOR:
02202 (05.03.2015)
      Si efectivamente la DECENCIA existiese, TODOS, absolutamente todos negaríamos la existencia de los DICTADORES, aun sabiendo que existen. Si efectivamente existiese, no tendríamos embajadas en los Países Dictatoriales, ni tendríamos comercio con los Países Dictatoriales, ni socorreríamos las desgracias en los Países Dictatoriales, ni participaríamos en su cultura ni en su deporte, e ignoraríamos su historia y sus tradiciones, y de vacaciones no iríamos a los Países Dictatoriales. PERO... y además, si la DECENCIA existiese, formaríamos un "ejército de libertadores", preferentemente de "progresistas de izquierda", porque toda la izquierda se apuntaría a salvar a las gentes de los Países Dictatoriales de sus Genocidas Asesinos... como CHINA.
      Valga, al uso, un ejemplo práctico... la DICTADURA DE CATAR patrocina al Barcelona C.F.
      MÁS... ¿qué encontraríamos en casa de GASPAR LLAMAZARES de IU, o en casa de IRENE LOZANO de UPD, o en casa de EMILIO OLABARRÍA de PNV, o en casa de JUAN TARDÁ de IRC (para los ilustrados "ERC")?. Pues.... casas llenas de "made in China", de esa CHINA que es de los GENOCIDAS DICTADORES una de las grandes cunas de la humanidad y actual expresión de la Plaza de Tiananmen
      El diputado JUAN TARDÁ, al que aun no le hemos oído pronunciarse sobre la relación entre la Dictadura de Catar y el Barcelona C.F., considera "una gran hipocresía" el partido de balompié (para los ilustrados "futbol" y para los más ilustrados "footbal") entre España y Guinea, que fue española, porque si bien a Guinea se le "premia", piensa el Tardá, con un partido con España... ¿por qué tal "premio" de le niega a la Cataluña Berenjenal?, (ver documento 01208 de este índice) considerando que Cataluña que siempre fue española, ya no lo es, dice "el Tardá", de modo que lo que vale para Guinea, vale para Cataluña (ver documento 01200 de este índice)

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo, mucha demagogia y poca decencia tanto en la clase política como en el ciudadano de a pie.

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