DOCUMENTO ANTERIOR: 02009 (10.10.2014)
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La primera vuelta de las elecciones en Uruguay ha descartado al PARTIDO COLORADO (Pedro Bordaberry; conservador, derecha y centro-derecha, y 9 diputados de 99 ) con un 13% de los votos. Queda primero el FRENTE AMPLIO (Tabaré Vázquez; izquierda, socialdemocracia, progresismos, comunismo, democracia cristiana, y 50 diputados de 99 ) con el 46% de los votos, y en segundo lugar el PARTIDO NACIONAL-BLANCO (Luis Lacalle; liberal, nacionalista, humanista, panamericanista, y 30 de diputados de 99) con el 31% de los votos.
Teóricamente los resultados dejan a la izquierda (Frente Amplio) como ganador, ya que si sumamos los porcentaje de los dos partidos de derecha (Partido Colorado y Partido Nacional-Blanco), obtenemos un 44% frente al 46% de la izquierda, sobre una población de 2.500.000 de votantes, con votación obligatoria o 25,00 euros de multa.
La segunda vuelta el 30 de noviembre no parece que, a la vista de los datos anteriores, modifique la relación de fuerzas entre la derecha y la izquierda que se viene manteniendo en lo que llevamos del siglo XXI, periodo en el cual mantiene el poder la izquierda. La distribución del voto viene a coincidir con la estratificación social del país, donde a lo largo del siglo XXI ha aumentado de un 50% a un 60% la CLASE MEDIA, se ha mantenido en un 6% la CLASE ALTA, y ha disminuido la CLASE BAJA del 40% al 34%, diviéndose ésta última entre un 27% de Clase Trabajadora y un 8% de Clase Pobre. Demuestra lo anterior, a su vez, que es la Clase Media la que determina,. fundamentalmente, los votos oscilantes entre izquierda y derecha, de modo que es la deriva de este sector de la población la que termina por decidir tanto la elección del "presidente" como los resultados a diputados, que en la actualidad se sitúan en una relación de 50 por la izquierda y de 39 por la derecha.
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