07974-318.POLITICA: 24.¿Quién manda en el mundo?: 06.La Guerra

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07819 (02.11.2023 - 23.¿Quién manda en el mundo?

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                                  en el siglo XXI (resumen)

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07977 (01.01.2024 - 25.¿Quién manda en el mundo?

                                  07.La Guerra: Tipos)

      En el texto de Cómodo Centón sobre ¿quién manda en el mundo? se dice: 

      Para iniciar, sostener y ganar una GUERRA es necesario disponer de un potencial económico que se extienda en el tiempo y disponer de una idea de venganza prefabricada, de otro modo es mejor no iniciarla. Sí el agredido no dispone de tal fondo caudal ni la fuerza física y material necesario para sostener una guerra, esta es mejor evitarla resguardando la venganza para mejor ocasión, de manera que el agredido ha de conservar sus pertenencias para usarlas cuando la victoria se presente como una realidad, de otro modo el agredido que toma la decisión de responder a la guerra se vuelve tan culpable de las consecuencias de la guerra como el agresor

      Las posiciones en campo abierto y en trincheras han desaparecido en el siglo XXI, pero han sido sustituidas por posiciones urbanas, es decir, no se trata de destruir ejércitos, sino de destruir pueblos, y a sus pobladores, donde se han escondido los soldados, de manera que, en realidad, se trata de guerras de posiciones de escudos humanos, esto es, no es un enfrentamiento entre soldados de dos ejércitos activos, sino de dos ejércitos pasivos que se esconden detrás de ancianos, mujeres y niños.  

      Tales guerras tienen un principio, pero carecen de fin, y son las GUERRAS ENQUISTADAS; en ellas se libran combates entre pequeños grupos, pequeñas batallas en ocasiones, y sobre todo se celebran movimientos de tropas que no conducen ni a la batalla ni a ganar la guerra. La deriva de toda guerra enquistada es la GUERRA BARATA o aquella que usa medios materiales de escaso valor económico como, por ejemplo, los drones, y cuyo objetivo es el de causar daño sistemático a la población civil y a sus propiedades. 

     En el siglo XXI la milicia está muerta y campa por sus respetos la contramilicia que negando la violencia viene a ejercerla fuera del campo de batalla al que tiene por campo de batalla. Ya no se dispara al enemigo que viene avanzando, se dispara a ciegas desde la protección cierta de un escondite, como cuando jugamos con el ordenador y somos el héroe que sí mil veces muere, otra tantas, como Lázaro, se levanta.