viernes, 5 de enero de 2024

07985-151.LIBROS: 34.Contribución a Así habló Zaratustra de Nietzsche: 04.Otros conceptos: 04.Espíritu, Alma y Cuerpo

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07969 (30.12.2023 - 33.Contribución a Así habló Zaratustra 
                                       de Nietzsche
                                  03.Otros conceptos
                                  03.Espíritu, Alma y Cuerpo)

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07995 (08.01.2024 - 35.Contribución a Así habló Zaratustra 
                                       de Nietzsche
                                  01.El Bien y el Mal: Los Valores)

 

       Por otra parte, nos dice Cómodo Centón, son cinco los tipos de alma que podemos, supuestamente, encontrar.

       Más allá del Punto Inicio capta el alma de lo/Eterno, que es divina, y Lo/Eterno dota a la persona de alma humana, que es creyente.

     Más acá del Punto de Inicio nace la Naturaleza como materia imbuida de energía, e inicia su extensión con el alma femenina, que es el resultado de unificar el carácter femenino de la naturaleza, y el sometimiento de la persona a lo/eterno. 

       Por otra parte, cuando la historia supera a la naturaleza, dota de voluntad a la persona mediante el alma masculina, la cual carece de alma y reconoce que Lo/Eterno es un invento.

      Una quinta alma rechaza el alma de lo/eterno por ser un invento, la humana por estar dotada de creencia en lo/eterno, la femenina por fundamentarse en la desigualdad de la naturaleza, y la masculina por ser un elemento extraño de la naturaleza; se trata del alma atea, cuyo sostén es la persona.

       Junto al espíritu y el alma presenta Nietzsche el CUERPO; “todo yo soy cuerpo y ninguna otra cosa. El alma solo es una palabra para una partícula del cuerpo”, sin embargo, Zaratustra tiene alma como bien hemos viso en párrafos anteriores. El cuerpo “no dice yo, pero él es yo”, de forma que “lo que experimentan los sentidos, lo que reconoce el espíritu, no tiene jamás fin en sí. Pero los sentidos y el espíritu querrían convencerte que son ellos el fin de toda cosa; tal es su vanidad”, porque añade que “detrás de tus pensamientos y de tus sentimientos existe un señor más poderoso, un sabio desconocido; se llama ser, que vive en tu cuerpo, es tu cuerpo”

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