viernes, 12 de enero de 2024

08009-325.POLÍTICA: 29.¿Quién manda en el mundo?: 11.La Guerra

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08001 (10.01.2024 - 28.¿Quién manda en el mundo?
                                  09.La Guerra)
08003 (10.01.2024 - Estado y Sub/Estado: Conceptos)
08005 (11.01.2024 - 10.La guerra
                                      Los Derechos Humanos)

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08022 (19.01.2024 - 12.La guerra: ¿Qué es una nación?)


      Así, lo que prevalece en el siglo XXI es el anti/soldado, el cual yace en una vida ordinaria de confort que le hace repudiar de todo conflicto que suponga su mutilación o muerte. No cabe duda que siempre quedará el soldado que muera por su patria, pero el soldado tipo del siglo XXI, que acude a la guerra, lo hace con la condición de matar, pero no de ser matado, de manera que la persona del siglo XXI quiere estar y sentirse protegido, pero no quiere pisar el campo de batalla, quiere una fuerza bélica fuerte y preparada pero no quiere gastar dinero en un ejército, quiere la paz en su casa, aunque eso signifique la guerra en la casa ajena.

       En el siglo XXI toda guerra es una paranoia, tiene un principio, pero carecen de fin. Las conquistas, resultado de una guerra, ya no son posibles en el siglo XXI, cuando la guerra se inicia, la guerra se enquista, y la guerra carece de final. Sin embargo, estas guerras, sostenidas por diferentes convenios internacionales para la guerra, precisan de un acto de declaración de la misma. Si no existe declaración de guerra, pero hay guerra, ¿son de aplicación los Convenios de Ginebra sobre la suerte que corren los militares y la protección de personas civiles?; la verdad difiere en el siglo XXI donde una guerra, en un determinado territorio, se desarrolla entre diferentes facciones apoyadas por diferentes países extranjeros, donde ninguna facción ni ningún país extranjero ha declarado la guerra, lo que facilita el no cumplir los convenios internacionales sobre los derechos de los soldados y de los civiles ya que no ha sido declarada la guerra. 

       Si lo que prevalece es la ECONOMÍA, la GUERRA es asunto femenino. La "guerra" que se entabla dentro de una "economía" lo es patética, pues la lucha es subterránea, traicionera, cobarde. Se lucha al acecho, se acorrala a la víctima, se la mata, y tales acciones se realizan entre sillas y mesas, papel y lápiz, ordenadores e impresoras, donde la fuerza física no es necesaria, y es aquí donde encontramos la existencia de la fuerza paciente, que precisa de poder, de dinero, y de superioridad de acción. Antes los elementos activos de una "guerra" eran hombres, tanto los que portaban espadas, como los que lanzaban flechas y jabalinas o cargaban cañones, hoy las "tropas" se han diversificado en "géneros", ya que, si bien las unidades de combate siguen siendo masculinas, para lanzar un misil o atender una radio basta con un botón y una mano, y estas acciones entre sillas y mesas, que requieren paciencia, son más acordes con el elemento femenino.

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