sábado, 6 de enero de 2024

07992-444.ASIA: 46.Israel y 01.Herbolá: 01.Una guerra peligrosa

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07990 (06.01.2024 - 45.Israel: 02.Reforma Judicial 
                                  de La Doctrina de la Razonabilidad
                                  La Corte Suprema decide en contra)
07938 (17.12.2023 - 44.Israel y 48.Palestina
                                       Hacía la Sexta Guerra)

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       La Guerra en Gaza no se resuelve abriendo otra guerra en el sur de Libano; HEZBOLÁ se equivoca, y lo sabe, pero, en su natural estupidez insiste. ISRAEL tiene en esta zona a unos 200.000 soldados frente a los 100.000 chiitas. Tal duplicidad de fuerzas a favor de Israel queda compensada por la disponibilidad material que tiene Hezbolá y el absoluto apoyo de IRÁN, siendo en esto en lo que se asienta el empate entre las partes. 

        De abrirse una guerra en el sur de Líbano, la catástrofe humanitaria dejaría en una broma lo que está aconteciendo en Gaza y generaría un enfrentamiento directo entre Occidente e Irán, y, marginalmente, con China y Rusia, asunto que le vendría muy bien a PUTIN ya que el apoyo de Occidente a Ucrania quedaría en prácticamente "cero".

       Una guerra, ya se sabe, se sabe como empieza pero no como termina cuando las partes mantiene posiciones muy duras y sus fuerzas son, aparentemente, iguales. 

       HEZBOLÁ carece de fuerza real para invadir Israel, en tanto la fuerza de Israel depende, en gran medida, de que termine la Guerra de Gaza, ya que de tal modo Israel podría trasladar a su fuerza de Gaza a Líbano y, con esto, su superioridad sería evidente. lo que haría posible una nueva ocupación israelí del sur del Líbano como ya pasó entre los años 1985 y el 2000.

        Por otra parte, la fuerza aérea israelí y la armada superan, con creces, la disponibilidad de Herbolá y Líbano juntas, de manera que los ataques aéreos  y costeros quebrantarían, especialmente, a Líbano.

      LIBANO, por su lado, tendría que decidir si enfrentarse a Israel o bien disponer su ejército contra Herbolá, lo que debilitaría tanto a Líbano como a Herbolá. Sin dejar de lado las posibles intervenciones de cristianos y otras confesiones religiosas que habitan en Líbano. En todo caso, no son plausibles que Siria y Jordania se embarcasen en una guerra contra Israel, y menos aún Turquía y Egipto, siendo imposible la injerencia de los países árabes productores de petróleo. 

      Finalmente, una deriva terrorista de Herbolá obtendría respuestas muy duras y argumentadas de Israel, y la secuencia terrorista en el tiempo tiende, por su propia naturaleza, a decaer. 

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