lunes, 22 de enero de 2024

08036-890.EUROPA: 204.Ucrania: Los salarios de los funcionarios y pensionistas, y otras realidades de la guerra

DOCUMENTO ANTERIOR
07984 (05.01.2024 - 202.Ucrania: Y nos dijeron 
                                  que el problema de reclutamiento 
                                  era ruso)
07998 (09.01.2024 - 203.Ucrania
                                 Elecciones 2023 y 2024 canceladas
                                 Consecuencias)

DOCUMENTO POSTERIOR
08063 (08.02.2024 - 205.Ucrania: Zelenski purga al general 
                                         Valeri Zaluzhni:  Posiciones en 
                                            el día 715 de guerra)

      
        En el libro "¿Quién manda en el mundo?" de Cómodo Centón se dice que para ganar una guerra es necesario mandar, tener a quién mandar y tener dinero para imponer el mando a alguien.

        La GUERRA es cara; vale mucho dinero, y si no tienes dinero es mejor no iniciarla y, si la inicias, es mejor no mantenerla. Dicho de otro modo, el orgullo personal (Zelenski) no puede competir con el orgullo personal (Putin). En paralelo quedan dos orgullos más; el orgullo de Europa, que se empobrece ayudando a Ucrania en una guerra perdida; y el orgullo de Usa, que podría desaparcer si Trump llega a la Casa Blanca en Noviembre de 2024, aunque, este orgullo de Usa ya está tocado en cuanto que existen 50.000.000.000 de dólares bloqueados por los republicanos. 

        Visto lo anterior, es evidente de las SANCIONES A RUSIA fueron y son sanciones caidas en saco roto, como ya anunció Cómodo Centón.

        De momento, UCRANIA necesita 100.000.000.000 de euros en tanto su riqueza ha caído un 30% en relación al inicio de la guerra, es decir, se sitúa en 90.000.000.000 de euros, con un descenso de huidos al extranjero de 10.000.000, lo deja una población de 35.000.000 de habitantes en un país parcialmente destruido por la guerra y donde entre niños y viejos sumamos 10.000.000, a lo que hay que restar médicos, fontaneros, bomberos, policías, electricistas, albañiles, muertos y heridos, entre otros, deja la imposibilidad de añadir 500.000 nuevos soldados a las actuales tropas que combate contra Rusia.

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