miércoles, 31 de enero de 2024

08047-158.LIBROS: 41.Contribución a Así habló Zaratustra de Nietzsche: 02.El mundo, la vida y la conciencia: 02.El Mundo

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08040 (24.01.2024 - 40.Contribución a Así habló Zaratustra 
                                       de Nietzsche
                                  01.El mundo, la vida y la conciencia
                                  01.El Mundo)

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08053 (01.02.2024 - 42.Contribución a Así habló Zaratustra 
                                       de Nietzsche
                                  03.El mundo, la vida y la conciencia
                                  01.La Vida)


       Nos encontramos, al decir de Nietzsche, ante la “superación de sí mismo”, es decir, Voluntad de Poder sobre uno mismo, donde la fuerza creadora ha de ser aprehendida como voluntad de creación, de modo que tiene lugar la “elevación de sí mismo” como crecimiento y acumulación. La Idea de la Persona determina como aquello que se conserva, desaparece, y que solo aquello que se incrementa, se conserva. 

       El mundo no cambia por la experiencia de la persona, sino por la idea que la persona tiene del mundo o lo que se puede ver conforme el compartimiento que se use para ver el mundo, de manera que diferentes divisiones conllevan distintas realidades de descripción del mundo.

       Nos dice Cómodo Centón que la realidad de las relaciones dentro de la malla usada para ver el mundo se manifiesta mediante fenómenos ciertos, de tal modo que “lo real” establece un todo, parte entera, que se expresa mediante una parte negativa y una parte positiva de la observación del fenómeno, conforme fracciones de tiempo y espacio en momentos diferentes, donde se aplica la racionalidad que se entiende como certeza, siendo superada por un pensar irracional que construye un campo difuso entre lo positivo y lo negativo, donde se genera un ámbito transcendental que muestra como ambas partes de la parte entera responden a un mismo elemento “más allá”, deviniendo en un estadio imaginario que muestra su irrealidad en cuanto que no es real y es inútil, entre el ser y la nada. Así, a la certeza más la evidencia, dentro del Proceso de Lo Real, se une Lo Imaginario, conformando una complejidad de la realidad que se expresa mediante una serie de funciones sujetas al Proceso Histórico.

       El SUCESO, por otra parte, muestra unos elementos de realidad cuya certeza se admite por la razón, bien mediante fracciones de la misma y en contenidos positivos o negativos, y deja, por otra parte, conceptos no racionales, y más allá de éstos, transcendentales. Es aquí donde la imaginación ha reducido a cero la parte real del fenómeno, mostrándose como sin existencia real, como entre el ser y la nada, y manifiestamente inútil. La COMPLEJIDAD es la suma de lo real y de lo imaginario, donde lo “real” permite que la certeza derive en evidencia, mientras que lo “imaginario” quiere integrar lo que está más allá de la evidencia dentro de lo “real”. Dicho de otro modo, todo fenómeno es un FENÓMENO COMPLEJO en la medida que se aprecia como una certeza al manifestarse, lo que nos lleva a un entendimiento real del “suceso” por sus posiciones tanto negativas como positivas en cuanto fracciones de tiempo y espacio determinados en puntos de la función, integrando diversos ordenes de racionalidad y de irracionalidad, fuera de las cuales quedan expresadas las transcendencias, siendo aquí donde tiene lugar el paso de la certeza a la evidencia. Ahora bien, si la parte real se integra con el concepto imaginario, el Fenómeno Complejo rebasa la función que determina su campo de acción, haciendo posible una comprensión absoluta de la realidad, mediante una proyección desde un determinado punto y sin atender a las verdaderas medidas de la realidad, la cual queda partida en dos visiones diferentes.

       El mundo de Zaratustra oscila entre el mundo real de la plaza pública y la realidad imaginada que describe Nietzsche; lo prosaico enlaza con lo poético en “Así habló Zaratustra”, el paisaje está ligeramente presente, en tanto los personajes, con sus características positivas y negativas, se reconocen por sus nombres, el bufón o el sabio entre otros, domina la transcendencia de lo que acontece acorde con elementos racionales e irracionales, el tiempo y el espacio resultan innecesarios. La red en la que se mueve Nietzsche contiene enlaces entre nudos, aunque, de ordinario, la idea entrante no corresponde con la idea saliente, es decir, “dios ha muerto” como idea de partida, “dios continua vivo” como idea de salida, lo que significa que la suma de lo imaginario, está muerto, con lo real, está vivo, se sustenta en roturas de enlace entre lo que se piensa y lo que se dice, de manera que los nudos o puntos de pensamiento balancean entre lo creíble y lo increíble, procurando en Zaratustra ataques sucesivos de cólera hasta percibir que la realidad del mundo, el hombre, supera y vence a lo imaginario del superhombre.  

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