miércoles, 24 de marzo de 2010

00069-3. EL LAMENTO DEL VENCIDO: del Vencido

DOCUMENTO ANTERIOR:  00054

DOCUMENTO POSTERIOR: 00142 - 01243


El VENCIDO lo es porque tras ser vencido sigue viviendo y lo hace como vencido. Pareciera que fuera el Vencido ser el efecto de esa causa que es ser vencido, no obstante lo anterior, y aún pareciendo la evidencia del resultado de un enfrentamiento, lo cierto es que el Vencido lo es como producto primario que es de su mismo origen. Podría decirse que todo Vencido lo es como manifiestación expresa de la existencia de un Vencedor, no cabe pensar de otro y concluir de distinta manera, lo que sería cierto si consideramos al Vencido como vencido por un Vencedor, lo que no es al caso, ya que si, hemos dicho, el Vencido lo es por ser el efecto de una causa en su origen, es evidente, por lo mismo, que la Causa es el vencedor, de modo que solo existe un Vencedor, que es la causa de todo Vencido.

El Vencido nace como vencido, y es en ese acto de nacer que con el Vencido nace su cualidad de vencido. Lo que sigue es el desarrollo y la manifiestación de esa cualidad, la Vida. Es cierto que a lo largo de la Vida se dan posiciones de vencidos y vencedores entre las Personas, lo que es el resultado de una lucha, que se presenta como el "efecto" de un enfrentamiento, que es la "causa", entre dos personas, lo que oscurece el origen primario de la cualidad de Vencido, de modo que es en ese aspecto de lucha entre las personas donde se fija la relación entre el Vencedor y el Vencido. Y es a la vista de esa fijación donde se manipula el verdadero concepto del Vencido y su relación con el Vencedor.

Lo que trasciende de esa manipulación es la victoria y la derrota, de modo que todo Vencedor lo es en función del Vencido, es decir un Valor Relativo. Vease un ejemplo: Galileo fue vencido por la Iglesia, pero la manipulación de la derrota de Galileo es manipulada como la victoria de Galileo, pero, y a su vez, Galileo, vencedor frente a la Iglesia, resulta ser un Vencido cuando la Tierra decida desaparecer, evidenciando, de tal modo, ser la causa primaria de todo Vencido.

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