lunes, 22 de marzo de 2010

00067-10.ALICANTE.1489: Cómodo en la Santa Faz

DOCUMENTO ANTERIOR:  00064

DOCUMENTO POSTERIOR: 00091 - 01392


A su vista aparecía el conjunto iglesia-convento; las clarisas. Dominante la torre, de aspecto medieval, con garitas y saeteras; vigilante. La iglesia, prepotente y austera, de fachadas vacías, ornamentación ausente, jerarquizada en tres niveles. Al frente la puerta custodiada por cuatro columnas, sobre zócalos que la sostienen, dos salomónicas, acentuando los interculomnios el carácter piramidal de las estructuras de poder sociales. Sobre este primer nivel un segundo cuerpo presidido por una gran reja que ilumina el coro, a sus lados dos columnas que, fijas sobre las salomónicas, sostiene el tercer nivel; hojarasca caprichosa, vegetales, arbustos y flores. Ya camino del crucero una pequeña ermita, hoy vacía y ayer con San Francisco dentro. Junto a la iglesia el convento, también de piedra de San Julián como la iglesia, y en ángulo recto más convento, esta vez de mampostería.

Y en la plaza, oblicua, nada.

Nadie.

Y en el caserio ausencia de gentes, ausencia de ruidos, de vendedores, de parroquianos, y ausencia de alicantinos.

Cómodo..., tarde, como viene en él a ser costumbre, una vez más en su vida se ha quedado solo. El tercer sínodo diocesano ha sido esta vez quien le ha vencido, pues fueron ellos los que dispusieron que siendo como era la fecha del DIECISIETE DE MARZO SIEMPRE CUARESMA, y resultando que las gentes acudían en fecha tan memorable entregadas a comidas y diversiones no muy a tono con el recogimiento propio de la cuaresma, se hacía urgente acabar con tales desmedidas manifestaciones de alegría. Es por lo que se ordenó, en contra de los designios de Dios , trasladar la Peregrina al jueves inmediato después de la dominica in albis.

Lamenta Cómodo no poder admirar el noble arte interno de la iglesia, la nave y la bóbeda de cañón sobre ella, el escaso crucero y la cúpula, las cuatro capillas lateales y el camarin..., lugar donde dormita el paño que durante tanto tiempo estuvo expuesto a la rapiña de los grandes señores, quienes llevados de su fé, arrancaron durante siglos trozitos de la tela bajo la complaciente mirada de las abadesas, a cambio de las prendas que la vida materialista exige al pensamiento espiritual.

Cómodo, no obstante, ateo, ha cumplido la voluntad de Dios; pues fue esta que el milagro acaeciese un diecisiete de marzo. Y nadie, incluidos los del sínodo, venga a Cómodo a decierle que es cuaresma..., como si Dios, al hacer el milagro, no supiese que tal diecisiete de marzo normalmente caía en cuaresma.

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