00608-38.SOY EL DESCANSO DE MI MISMO: 01.Lo "primero" no se mueve pero mueve a lo "segundo"

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La Idea del Hombre parte, ahora, de los sentidos así como que El Eterno no es el efecto de una intervención humana. Tales, y aunque la Razón parezca que no inventa, se expresan como que todo lo que se mueve es movido por algo y que ha de existir algo primero que no moviéndose pueda mover a otros; como causa primera a partir de la cual se producen todos los efectos; como necesario y posible, de modo que para que unos "seres" sean posible es imprescindible que haya al menos "uno" que sea necesario para hacer posible la existencia de "otros"; como grados de estado ya que es la misma imperfección del Hombre lo que demuestra que existe la perfección, de igual modo que si el Hombre es finito no cabe duda que existe lo infinito; como orden y finalidad, y aún considerando la Nada, es razonable concluir que todo ha sido producto de una inteligencia superior a la Creación; esto es, Lo Eterno, que es "él mismo", "por sí mismo", pura realidad y ser perfecto; así Lo Eterno es un "ser" subsiguiente que incluye la existencia en la esencia, de modo que el constitutivo formal, es decir, el existir por "sí mismo", mencionado da lugar a toda una gama de atributos que, en ningún caso, son propios del Hombre. Posee unos atributos entitativos, relativos al ser, así la simplicidad y su unidad, la perfección, la inmutabilidad, como la omnipresencia e inmensidad reunidas en su infinitud dan lugar a la transcendencia. Y, además, unos atributos operativos inmanentes donde todo lo sabe, posee voluntad y libertad, y acciones transitivas donde Lo Eterno crea, conserva y gobierna. Para la comprensión de lo antedicho la Razón es suficiente, pero para su interiorización y supresión de la Razón, es necesaria la FE y el sometimiento al DOGMA, donde toda verdad revelada por Lo Eterno ha de aprobar el sutil y necesario examen de la AUTORIDAD HUMANA al través del matiz cambiante de la LEY POSITIVA, esa regla, precepto, mandato, que descansa sobre la Razón e induce al Obrar, que deviene de la DIVINA, que en ella se contiene la revelación de Lo Eterno y que es NATURAL, donde la luz de la inteligencia es puesta en el Hombre por Lo Eterno y pues por ella la Idea del Hombre quiere distinguir entre el Bien y el Mal.