lunes, 27 de junio de 2011

00615-37.TODAS LAS LEYES MIENTEN: 01.Banco Popular

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El mundo del COMERCIO se caracteriza por poseer las dos famosas caras del "señor jai" y del "doctor yequil", correspondiendo a uno de ellos la CAPTACIÓN DE CLIENTES y al otro la AMENAZA AL CLIENTE.

Durante TREINTA Y SEIS AÑOS, que se dice pronto, recibió Cómodo Centón del BANCO POPULAR maravillosas cartas, llenas de cálidas referencias a lo buen cliente que era y sobre lo increíble que era el banco, siempre dispuesto a ayudar a Cómodo Centón en las necesidades que éste tuviese.

Hasta que un día Cómodo Centón recibió la siguiente CARTA de su maravilloso BANCO POPULAR, que decía: ...nos ponemos en contacto con usted para informarle que, a día de hoy, se encuentra pendiente de pago por su parte un importe de 1.075,47 euros, a lo que hay que añadir los correspondientes intereses de demora, gastos y la comisión por reclamación de posiciones deudoras... De acuerdo con la normativa publicada por el Banco de España, el incumplimiento en los pagos cuando transcurren más de tres meses desde su vencimiento, nos obligaría a contabilizar la deuda total, vencida o no, como morosa en los próximos días... Esta entidad podrá comunicar los datos relativos al impago a ficheros relativos al cumplimiento o incumplimiento de obligaciones dinerarias. Como esta situación puede ocasionarle problemas en su relación con ésta u otras entidades, tanto bancarias como financieras, le instamos a que regularice esta deuda en el plazo improrrogables de siete días. De no hacerlo así, el Banco se vería obligado a emprender las acciones legales que considere oportunas en defensa de sus intereses.

Cómodo Centón, escandalizado por deuda tan gruesa que ponía en peligro al Sistema Bancario Español, dirigió la siguiente carta al Banco Popular: el pasado día diez de mayo recibí carta certificada del Centro de Reclamación de Incumplimientos de ese banco. Como quiera que en dicha carta no consta la dirección del citado "centro", ni es, del todo legible, por ser un garabato cualquiera, la firma que a su píe se ve, me veo en la obligación de dirigirme a usted, para que traslade a la autoridad competente de ese "banco" el texto que sigue:
UNO: el pasado nueve de mayo mantuve con el director de la Oficina en la calle Maisonnave una conversación sobre la cuenta corriente abierta en ese "banco", manifestándole a Don Vicente que antes del día treinta de mayo ingresaré una cantidad de euros que disminuirá el saldo que hoy figura en la misma, para proceder antes del treinta de junio a la definitiva liquidación del saldo y, posteriormente, de la propia cuenta.
DOS: el director de la oficina Don Vicente me ofreció una ampliación de 1.000,00 euros en la Visa Hop que mantengo con ese "banco", lo que yo acepté como una forma satisfactoria de resolver el problema para ambas partes. Dicha oferta está pendiente de que la "autoridad competente de ese banco" la valide.
TRES: no obstante lo anterior, ese mismo día diez de mayo recibo la citada carta certificada, donde se me informa del saldo, de los intereses de demora, de los gastos, de la comisión, de un plazo improrrogable, todo lo cual viene sobrevenido por el imperio de la ley, tiene carácter automático y como resultado el camino de las acciones legales que ese "banco" considere oportuna en defensa de sus intereses.
CUATRO: confieso que me halaga mucho saber que el futuro del Banco Popular está en las manos de ese saldo de 1.000,00 euros de la cuenta corriente que tratamos, y cuya liquidación no sobrepasará el treinta de junio de 2011.
CINCO: al día de la fecha continuo a la espera de que la "autoridad competente de ese banco" autorice la ampliación de 1.000,00 euros para resolver satisfactoriamente el problema para ambas partes, de modo que si no lo hace estará, sin ninguna duda, negando la posibilidad de resolver el asunto sin acudir a las acciones legales que considere oportuna en defensa de sus intereses, que tanta violencia, por imperio de la ley, sufren por esos 1.000,00 euros.
A la vista de lo cual y en la confianza de que la "autoridad competente de ese banco" lo sea de sentido común, y lo aplique con paciencia y sabiduría, entienda todo cuanto se ha manifestado en este escrito, y en caso de que se me amenace de nuevo, venga reflejado el nombre de la autoridad y su domicilio profesional. quedo. no sin antes querer reflejar que son treinta y seis años los que soy cliente de ese banco, aunque para ese banco treinta y seis años de cliente no sean nada, nada de nada. Por cierto, después de treinta y seis años aún no me ha ingresado ese "banco" los 500,00 euros por tener durante treinta y seis años domiciliada la nómina.

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