lunes, 17 de abril de 2017

03554-40.FIESTAS: 08.Semana Santa: El fin de la semana

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04224 (26.03.2018 - 09.Semana Santa: De las salidas procesionales en Alicante)


    Ha concluido la SEMANA SANTA o esos días donde la religiosidad se evidencia hacia sitio alguno. Dicho de otro modo, lo que llama la atención en Semana Santa es la FE en sentido estricto; fe en el suceso y en al acto que se ejecuta, procesionar, de modo que la manifestación pública de la fe confiere religiosidad al acontecimiento, pero no doctrina. La verdad es la verdad, y la única verdad es la DOCTRINA, ya que sin la creencia en el dogma no es posible conocer la verdad.

    Ahora bien, el PENITENTE o aquel que ha cometido pecado, pero que carece de conciencia de haber cometido falta alguna que le obligue a usar capirote y vesta, se incorpora festivamente a un acto, de capirote y vesta vestido,  que los tiempos han convertido en culturales, fuera de toda doctrina, sin que el hecho mismo de la incorporación suponga penar delito alguno cometido contra la fe, ya que se dice ahora que LO ETERNO ordena el mundo y está en el interior de la Persona, siendo de tal modo que el penitente, cofrade o hermano, antepone al alma colectiva la realidad del alma personal que recibe la iluminación divina para ejecutar los actos festivos de pleitesía que son la esencia misma de la Semana Santa, donde la doctrina pierde su concepto.

     Particularmente interesante es el hecho de lo que suele acontecer con los PASOS; al paso del trono son los MIRONES o aquellos que carecen de redención al carecer de pecado, los que se significan por su claro clamor de fe. Una vez pasados los tronos, el paso queda en desuso y abandonado, de forma que el objeto de adoración queda olvidado, perdiendo su sentido espiritual y materializándose, siendo tal momento lo que permite señalar el fin de la Semana Santa.

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