lunes, 14 de septiembre de 2020

05999-88.SUPREMACISMO FEMENINO: 02.La fracasada ascensión de la mujer al poder político

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     Poco a poco el MUNDO se llena de MUJERES aparentemente MANDANDO: dicho "aparente" aparenta que la mujer es capaz de hacer de "la historia" una "historia natural" que devuelva al mundo de los humanos al "estado natural".

    El ESTADO NATURAL es el mundo de las cavernas, ese sistema en el cual la Mujer mandaba en la caverna mientras el Hombre lo hacia fuera de las cavernas. Tal sistema se ha perpetuado durante miles años hasta la llegada del siglo XXI, momento en el cual, incapaz la mujer, Eride, de provocar guerras, ha transformado al hombre, Marte, en un productor de paz y gestación a conveniencia de la mujer. 

    Más la realidad es otra; lo que conseguido la Mujer en el siglo XXI es mandar sobre ella misma y seguir dependiendo del Hombre, porque fuera de la voluntad del Hombre solo queda la naturaleza de la Mujer, es decir, el sometimiento a "lo natural". Sin embargo, esto último, que parece una certeza, es tan solo una ilusión en el ÁMBITO POLÍTICO, donde la mujer solo ha conseguido comportarse como un hombre, pero sin la voluntad revolucionaria del Hombre. 

    En el SIGLO XXI continúan las guerras; estas GUERRAS ya no son terminables, como eran cuando el Hombre asesinaba en las guerras y las guerras terminaban, sino que son GUERRAS INTERMINABLES, guerras que no terminan, que terminan en empate, que prolongan en el espacio y en el tiempo el sufrimiento que evita el asesinato. Y es en esto en lo que consiste la POLÍTICA DE LA MUJER QUE MANDA, en perpetuar el estado de guerra para evitar el asesinato y prolongar el sufrimiento. 

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